'Copito', el robot inteligente que acompaña a mayores, llega a las residencias de Castilla y León

El robot Copito es el primero de los 15 que acompañarán a los usuarios de la residencia de Los Royales en Soria en un proyecto piloto de innovación para implantar el sistema de atención a la Dependencia 5.0 en Castilla y León.

"Hay que recuperar todo lo perdido este año y ese es el objeto de estos proyectos, recuperar la salud, el bienestar y volver a la nueva normalidad", comentaba la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, en la residencia de Los Royales, una de las que más sufrió durante la primera ola de la pandemia.

Este centro ya fue el primero en implementar un modelo de unidades de convivencia desarrollado por la Consejería de Familia, conocido como En mi casa, según informa ABC. Ahora también va a ser el primero en incluir robots para ayudarles en labores asistenciales y cotidianas como levantarse o acostarse, además de compartir momentos de ocio y entretenimiento y facilitar toda la información y la ayuda que la teleasistencia es capaz de ofrecer. 

Quince robots

Al igual que Copito, habrá al menos quince robots inteligentes más. Todos ellos, además de prestar su ayuda en las tareas cotidianas del centro, serán capaces de recibir en su sistema los datos de teleasistencia avanzada, lo que les permitirá, por ejemplo, recordar cuándo hay que tomar una medicación o una cita médica, e incluso de ponerlos en contacto con sus familiares o amigos. Y lo más importante, podrán interactuar con el usuario mediante la música, la lectura o cualquier otra forma de entretenimiento.

El proyecto se basa en la creación de ecosistemas de inteligencia ambiental en residencias y hogares, donde las máquinas interactúan con dispositivos tecnológicos para proporcionar cuidados físicos y afectivos a mayores y dependientes.

La consejera de Familia ha explicado que los robots realizarán "funciones de apoyo físico en coordinación con dispositivos técnicos para ayudar a las personas con dependencia y a sus cuidadores a sentarse y levantarse de la cama o el sillón, desplazarse en silla de ruedas, manipular objetos pesados o demasiado pequeños, asearse o cocinar".

Además, "interactuarán con los dispositivos de la teleasistencia avanzada para la monitorización y seguimiento de tareas cotidianas del usuario", como por ejemplo, recordarle las pautas de su medicación, "o para la emisión de alertas ante casos de emergencia".

Finalmente, "los robots sociales ejercerán como compañeros de ocio y entretenimiento de los mayores, les motivarán a la lectura, al ejercicio físico o a su participación en actividades comunitarias, y les ayudarán en el uso de las tecnologías para comunicarse con sus familiares y profesionales y acceder a la información o a la cultura", ha recalcado Isabel Blanco.

Cuatro millones de euros

Con un presupuesto de cuatro millones de euros, Isabel Blanco ha explicado que será financiado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea. 

El pilotaje de esta iniciativa para la creación de estos ecosistemas de inteligencia ambiental mediante el uso de robots sociales también se va a llevar a cabo en la residencia Puente de Hierro de Palencia.

La previsión es que, una vez concluya esta primera fase, se efectúe, una experimentación intensiva en 100 viviendas con diferentes perfiles de necesidad y en 20 centros residenciales. "Lo que se pretende con los robots es que sean un instrumento que facilite la vida de usuarios y profesionales", señaló Blanco, y puntualizó que no están para sustituir a los trabajadores sino para completar su labor, ni tampoco será necesaria una formación específica para conocer su funcionamiento. 

Además, ha señalado que el proyecto encarna "los tres principios que inspiran la acción política de la Junta" y que pasan por la "la protección de los más vulnerables mejorando su atención y el bienestar, la modernización de la mano de las nuevas tecnologías y las oportunidades de futuro para garantizar calidad de vida".

Plazas vacantes

Blanco reconoció que, tras la pandemia, han aumentado las plazas vacantes en las residencias y son muchas las personas que, al ser avisadas, las rechazan. "Se está llamando a las personas en lista de espera pero hay mucha gente que renuncia a la plaza", aseguró la consejera, para quien "la imagen que se ha dado les retrae para poder entrar". En este sentido, no ocultó que, aunque los contagios y las muertes por Covid han remitido por completo, "hay miedo por la imagen que se ha trasladado de las residencias", aunque confía en que "poco a poco se vaya superando".