El Covid no termina de irse de las residencias de mayores. Aunque ya se han inyectado terceras dosis a prácticamente la totalidad de los usuarios, se siguen declarando brotes de forma más o menos periódica y algunos afectan a decenas de residentes.
Y es algo que contrasta con el efecto que tuvo la pauta completa en marzo de 2021, cuando la variante alpha era predominante y gran parte de la población no estaba vacunada. En ese momento, las inyecciones sí que protegieron de la infección durante varios meses a casi todos los mayores, a pesar de la cuarta ola –aunque es cierto que, por entonces, las restricciones eran más duras–.
Por qué no se reducen los casos a 0
Así, existen múltiples hipótesis sobre por qué la incidencia en residencias sigue siendo muy superior a la del conjunto de la población: en concreto, para todo el país ronda los 50 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, mientras que en centros sociosanitarios se registraban datos de incidencia, a día 17 de octubre, superiores a las 100 infecciones –ver gráfica, abajo–. Y una de las explicaciones posibles puede tener que ver con que se trata de personas vulnerables –desde el punto de vista de la salud– con las que la vacuna no es siempre igual de eficaz, respecto a la población más joven.
También es un factor importante la predominancia de la variante delta, que elude algo más la inmunidad de las vacunas –por lo que se está viendo en estudio, quienes han pasado el Covid y luego se han vacunado podrían tener una protección más potente, aunque otros informes aseguran que los anticuerpos podrían perder especificidad contra nuevas variantes–.
Y por otra parte, cabe recordar que los centros sociosanitarios son entornos propicios para la diseminación a gran escala del coronavirus, puesto que se producen decenas de contactos diarios en entornos cerrados –más aún cuando hace frío–, lo que facilita la diseminación del patógeno que, pese a la vacuna, sigue siendo mortal –la letalidad ha bajado del 20% al 10% para mayores de residencias–, aunque, cabe matizar que, de todos los mayores que fallecen en estos centros, sólo el 2% tenían Covid en las últimas semanas, y no se sabe bien si murieron con el virus o por los síntomas que provoca el microorganismo.
Por último, otro elemento que puede influir es que la eficacia de la vacuna en los trabajadores ha ido decreciendo con el paso de los meses, algo que también habría sucedido en el caso de muchos familiares que recibieron la doble pauta hace tiempo. De esta manera, ambos podrían ser correa de transmisión.
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Infecciones más leves
Eso sí, aunque siga habiendo Covid en las residencias –menos ahora que hay una incidencia baja en la sociedad– el panorama es diametralmente opuesto al de antes de la vacuna, puesto que la mayoría de casos suelen ser leves.
Aun así, todavía queda mucho por descubrir sobre los efectos de las terceras dosis, su eficacia –debería observarse a los pocos días– y cómo se producen los contagios en estos centros.
Y es que, aunque la media de casos por brote haya descendido mucho, a medida que las residencias se han vacunado –actualmente es de 4 casos, según los datos del Imserso de mediados de octubre–, sigue habiendo infecciones masivas pese a la dosis adicional. Un fenómeno, que es raro en el entorno general, con altos porcentajes de personas inmunizadas, ya que se produce un cierto efecto barrera.
Macrobrotes en León y Canarias
Y prueba de que el refuerzo de la vacuna no está impidiendo, a priori, los macrocontagios, son los casos registrados recientemente en León y Canarias, a los que habría que añadir los que sucedieron en Asturias y País Vasco hace varias semanas, donde también hubo infecciones masivas en personas con dosis adicional.
No obstante, cabe apuntar que, en todos estos escenarios, se desconoce si quizá las infecciones llevaban sucediendo desde días antes. Ahora bien, lo que sí que está claro, es que en la residencia de mayores del municipio de Pola de Gordón (León) han dado positivo a una PCR 70 mayores de un centro que tiene capacidad para unas 100 plazas y todos habían recibido la tercera dosis –aunque habría que analizar cuándo y cómo se produjo el brote para conocer la eficacia real de la vacuna para este colectivo–.
Y en segundo lugar, en el caso canario, se trata de un centro sociosanitario de Tenerife, donde se han contagiado 24 mayores y, desde hace tres semanas, todos los residentes habían recibido tres dosis de la vacuna.
Cabe destacar que, en todos los casos, la gran mayoría de los infectados han sido leves y asintomáticos, por lo que, desde el punto de vista clínico, estos brotes, que para salud pública pueden suponer un reto, no han supuesto un gran impacto sanitario. Además, en todos hubo trabajadores contagiados.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.