Alumnos de la Asociación para la tecnología de asistencia colaborativa (ATCoLab), creada y gestionada por estudiantes de Ingeniería Biomédica y Telecomunicación de la Universidad Pública de Navarra (@UNavarra), han fabricado al menos medio centenar de dispositivos sencillos de tecnología de asistencia a través de materiales y técnicas de impresión 3D para mejorar la autonomía de las personas mayores de Pamplona.
En colaboración con el Ayuntamiento de Pamplona (@Pamplona_ayto), el alumnado de esta entidad seguirá diseñando e imprimiendo estos dispositivos, algunos de los cuales ya están disponibles para los mayores de la Casa de Misericordia, y con los que buscan contribuir, "en la medida de lo posible, a mejorar la autonomía en las actividades diarias de las personas mayores o de personas que presentan discapacidad", según indica el Ayuntamiento en un comunicado.
Algunos de estos dispositivos, que ayudan a "facilitar la vida de personas con artritis, temblores u otros problemas de salud que repercuten en la llamada movilidad fina", según indican, son abridores de botellas adaptados, agarres para cucharas o ganchos para abotonar camisas, entre otros.
A la presentación, celebrada el pasado viernes 28 de abril, acudieron responsables de la asociación, que se reunieron con la directora de Acción Comunitaria, Conchi Mateo; así como técnicos de área, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y encargadas de turno de la entidad asistencial. Los alumnos que han fabricado estos dispositivos han recibido, además, algunas "demandas específicas" que podrían ser igualmente de utilidad, señalan, como "pastilleros más fáciles de manipular o artilugios que permitan a las personas mayores manejar las perchas de los armarios".
"Para la mayoría de las personas, la tecnología facilita las cosas. Sin embargo, para las personas con discapacidades, la tecnología hace que las cosas sean posibles", es la premisa de trabajo de este proyecto piloto, indican una frase que ya dijo en 1988 Mary Pat Radabaugh, directora del Centro Nacional de Soporte para Personas con Discapacidades de IBM.
Este proyecto de la ATCoLab se está probando en la Casa de Misericordia y en la residencia de mayores DomusVi de San Adrián. Allí, se valorará la utilidad de estos prototipos y se detectarán nuevas necesidades, para lo cual, la asociación realizará diversas visitas y observaciones sobre el terreno, según indican.
Tecnología al servicio de las personas
No todos los objetos han sido fabricados por los estudiantes de la asociación navarra ATCoLab, cuya línea de trabajo está enmarcada en la corriente global Makers making change, un movimiento que "está poniendo a tecnólogos al servicio de personas cuyas necesidades se pueden paliar en alguna medida con el uso de nuevas tecnologías"; también por personas de diferentes países, que han sido "liberados desinteresadamente para hacer posible su fabricación para toda persona que los pueda necesitar", explican.
Para el diseño y la impresión de estos objetos, los alumnos de ATCoLab utilizan las seis impresoras 3D disponibles para uso público en la Universidad Pública de Navarra. Con ellas, imprimen los dispositivos en un plástico especial (PLA) realizado conbase de almidón, aunque mantienen abierta la posibilidad de trabajar con otras fuentes de materiales, como el reciclaje de botellas (plástico PET).
Según explican, esta iniciativa de ATCoLab "surgió de un encuentro on line a principios de este curso con una entidad norteamericana similar, la organización TechOwl de la Universidad de Pennsylvania, con larga experiencia en este campo y que, entre otros apoyos para personas que los requieren, ha llegado a diseñar dispositivos personalizados". Así, desde el inicio de este curso 2022-2023, la asociación norteamericana ha prestado, y continúa prestando, a la navarra asesoramiento, diseños e incluso catálogos de objetos ya testados, añaden.
Los Makers, como se denominan, ya se dieron a conocer al inicio del confinamiento derivado de la pandemia de Covid-19, y es que en Navarra, el grupo de impresión 3D se ofreció en marzo de 2020 para preparar material de protección contra el coronavirus para los sanitarios y otros colectivos, solventando así una necesidad de materiales de los que, o no se disponían o era muy complicado adquirir.
Este trabajo lo llevaron a cabo de forma "voluntaria, colaborativa y en red", señalan, produciendo así unas diademas que se fijaban a la parte superior de la cabeza y en la que se insertaban láminas de acetato transparente, un diseño homologado por el Colegio de Enfermería. Para ello utilizaron las de la Casa de la Juventud en un operativo que implicaba su distribución desde Policía Municipal al Colegio Oficial, entre otras impresoras.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.