Evitar las desapariciones de los mayores se ha convertido en todo un reto para las sociedades envejecidas actuales en las que, cada vez, hay un mayor número de personas en edad avanzada con alzhéimer o algún tipo de demencia, susceptibles de perderse o desorientarse, con los riesgos que eso conlleva para su propia vida.
En concreto, en 2018, se contabilizaron 454 casos de ciudadanos de más de 65 años que siguen sin ser encontrados. Asimismo, de entre las aproximadamente 90 denuncias diarias que se interponen por estas razones, casi el 50% de los casos en los que la desaparición se prolongó más de un día (dos o tres sobre el total) corresponden a mayores y suelen ser casos "involuntarios" al tratarse, en su mayoría, de personas con algún tipo de demencia.
Por esta razón, la asociación SOS Desaparecidos (@sosdesaparecido) entiende que la mejor manera de evitar estas situaciones es fomentar la prevención y, por ello, han creado un "reloj geolocalizador", que presentarán públicamente este viernes y que pondrán muy pronto a disposición de todos los familiares de "personas vulnerables" que así lo soliciten.
Un reloj pensado para los mayores más vulnerables
Así, este localizador, que podrá colocarse en la "muñeca, cinturón o colgado", servirá a los familiares para tener ubicados en todo momento a sus seres queridos, a través de sus dispositivos móviles.
Su mecanismo ha sido perfeccionado para ofrecer un servicio completo que evite posibles desapariciones. De esta manera, el "georreloj" posiciona al mayor "por GPS a través de diferentes satélites" y, si estos fallan, "se conecta al WIFI para ubicarle" o "a las antenas telefónicas", mediante la técnica de la "triangulación", asegura a 65Ymás el presidente de la asociación, Joaquín Amills.
Además, cuenta con un sistema de alertas. "Puedes marcar una entrada y una salida y, si se aleja de un radio determinado, avisa", sostiene. Y añade: "Existe también la posibilidad de introducir una velocidad y, si la persona la excede, porque se ha subido a un autobús o a un coche, lo notifica".
Por otra parte, el reloj funciona a su vez como un teléfono, con capacidad para 100 minutos de llamadas. "Aprietas un botón y estás en comunicación con uno de los familiares. Puede haber hasta 12 contactos y, si uno no contesta, salta automáticamente al segundo, y así sucesivamente", comenta.
De igual manera, permite a la familia ponerse en contacto con el mayor y si, éste no contestase, cuenta con un "sistema de escucha". "Puedes saber qué está sucediendo: si le están atendiendo los médicos, está gimiendo, durmiendo o no hay ningún ruido", apunta.
Por último, el georreloj ofrece también la posibilidad de utilizar una "central de seguridad" (servicio de teleasistencia y monitorización), para los casos en los que el familiar no pueda ver los avisos. Y, para los casos en los que el dispositivo haya sufrido algún tipo de daño y ya no funcione, incluye un sistema de almacenamiento de datos (de 30 días), con el fin de facilitar la búsqueda del desaparecido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Otros posibles usuarios
"El reloj geolocalizador puede no sólo destinarse a los mayores, lo pueden usar también personas con epilepsia, autismo, síndrome de Down... Creo también que sería ideal para las residencias, como método de seguridad. Sería una forma de darles más autonomía y el coste será muy asequible", reconoce.
Y es que, desde la asociación, no quieren que se vea este producto desde un punto de vista "comercial o del marketing". "Es algo que hemos luchado nosotros y todo lo vamos a gestionar desde SOS Desaparecidos. Estamos sujetos a la protección de datos", señala. Y asegura que existen otros geolocalizadores chinos pero que estos no ofrecen el soporte que ellos proporcionan y algunos no usan correctamente la información proporcionada por los usuarios.