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Más de 4,7 millones de personas viven solas en España. De ellas, cerca de 2 millones tienen más de 65 años (72% son mujeres), según datos de la Cruz Roja, que señala que los principales retos que afrontan las personas mayores son la soledad y el aislamiento social. Igual de importante es la promoción de la autonomía personal y la protección a la dependencia, la pobreza, la discriminación por edad, el abuso y/o la negligencia y la falta de un papel social acorde a su contribución a la sociedad y su peso demográfico.
El impacto de la soledad y su coste humano y económico preocupan a Cruz Roja que ha adoptado en su última Asamblea General el compromiso de “contribuir a romper el aislamiento y la soledad de las personas en situación de vulnerabilidad”. Pero para entender la magnitud de este problemas importante tener en cuenta dos elementos: No todas las personas que están solas experimentan soledad, y hay muchas personas que se sienten solas estando acompañadas. La mayoría mujeres, tal como refleja la historia de Jerónima y Ramona que con el apoyo mutuo realizan actividades todas las semanas.
Sentimiento de soledad no deseada
La soledad es un sentimiento subjetivo negativo de falta de compañía y apoyo. Partiendo de esta base, -aunque generalmente se asocia al envejecimiento- la soledad no es un problema exclusivo de las personas mayores ni afecta a todas ellas. Muchos eventos vitales pueden provocar crisis de identidad que dificultan las conexiones sociales y desencadenan situaciones de soledad en determinados momentos del ciclo vital. Estas situaciones de soledad coyuntural pueden cronificarse.
Muchas de las problemáticas descritas "se relacionan con un modelo social que tenemos que cambiar para configurar, como dicen los expertos, una sociedad que cuida. Una sociedad que no aparca a las personas mayores. Es preciso conciliar políticas sociales, laborales, sanitarias, económicas, fiscales y de vivienda para garantizar una vida digna a las personas mayores y una sociedad inclusiva que evite la brecha intergeneracional. También lo es entender que se trata de un reto de conjunto: administraciones públicas, agentes sociales, Tercer Sector y sociedad en general", explican desde Cruz Roja.
Más de 42.000 personas son voluntarias de Cruz Roja con personas mayores, acompañado el año pasado durante más de 200.000 horas a aquellos afectados por la soledad, "no sólo en el domicilio, sino generando relación con su entorno, ya sea físicamente o a través de herramientas digitales. En ocasiones, simplemente a través de una Tablet, se puede crear una red de amistad, relaciones y apoyo mutuo entre personas a las que afecta la soledad y facilitar la conexión entre personas muy alejadas entre sí", informan desde la organización.