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Crear sus propias historias de vida, recopilando cada vivencia, anécdota o experiencia. Esta es la iniciativa que han puesto en marcha en una residencia en Palma de Mallorca, donde cada residente elabora su propio cuaderno con la ayuda del equipo de profesionales.
"Las historias de vida son las que definen y dan forma a la persona. Cada vivencia, cada anécdota y cada experiencia acaban conformando el carácter, los gustos y preferencias en la etapa adulta, pero también sus temores e incertidumbres", explican desde la residencia Sor Maria Rafaela de Campos, gestionada por enEquip (@enEquip_), donde los residentes han podido elaborar estos cuadernos a partir de sus recuerdos y fotografías propias.
Según indica en el centro en una nota, el objetivo de estos cuadernos es "trabajar la reminiscencia" por parte de los usuarios, pero también que los trabajadores obtengan una mayor información sobre la vida, el carácter y los gustos de los mayores que cuidan para poder ofrecerles el mejor acompañamiento posible.
En este sentido, Bàrbara Mas, directora del centro residencial, explica que estos cuadernos les permiten conocer "qué educación recibió, cómo era su familia, qué le gustaba hacer en su tiempo libre… todo ello nos da información muy concreta sobre la persona, para poder implementar adecuadamente la metodología de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), que utilizamos en nuestro centro residencial. Un modelo de atención que busca que el trato que ofrecemos sea personalizado e individual".
Estos no son los únicos beneficios que aportan estos cuadernos, también se emplean como herramienta terapéutica para preservar las capacidades cognitivas de las personas mayores, tratando de demorar todo lo posible el deterioro cognitivo.
"Llevamos a cabo sesiones de reminiscencia guiadas por el cuaderno. Con él, podemos hacer pequeños recorridos por la vida de la persona, deteniéndonos en aquellos momentos que recuerda como más felices, algo que le aporta bienestar y le ayuda a dar un mayor sentido a su trayectoria vital", afirma Natalia Alós, trabajadora social de Sor Maria Rafaela. "Son libros que trabajamos durante mucho tiempo y con los que descubrimos historias preciosas que, finalmente, acaban siendo un regalo tanto para las personas residentes, como para sus familias".
Nancy es una de las participantes de esta iniciativa, quien ha recogido en su cuaderno numerosos viajes que ha realizado alrededor del mundo, de los que recuerdo multitud de sabores, olores y culturas. "Cuando recuerdo mis viajes me doy cuenta de lo afortunada que he sido. Creo que la gente que he conocido en cada lugar me ha ayudado a ser quien soy hoy", señala orgullosa. Su último viaje también está recogido en su cuaderno. Lo realizó el año pasado, a los 80 años, a Atlanta, donde pudo reencontrarse con su hermana.