Muchas personas utilizan el término autovía o autopista indistintamente, como si fuera sinónimos. Y aunque la realidad es que tienen muchos puntos en común, lo cierto es que es un error pensar que son iguales, y más ahora que el Gobierno ha anunciado su intención de que todas las autovías sean de pago.
Lo más importante de cara a este nuevo pago es saber qué vías son consideradas autovías y que, por lo tanto, se verán afectadas por estos nuevos peajes.
Ley 37/2015 de Carreteras es la encargada de explicarlo en el artículo 2.3:
Autovías: carreteras que no reuniendo todos los requisitos de las autopistas, tienen calzadas separadas para cada sentido de la circulación y limitación de accesos a y desde las propiedades colindantes y carecen de cruces a nivel.
Autopistas: carreteras que están especialmente proyectadas, construidas y señalizadas como tales para la exclusiva circulación de automóviles.
Aspectos en común
Ambas tienen dos carriles (como mínimo) para cada sentido separados por una mediana.
La velocidad máxima es de 120 km/h y la velocidad mínima suele estar limitada a 60 km/h.
Tienen entradas y salidas sin cruce y de arcenes.
Su uso está restringido a turismos, camiones, autobuses y motocicletas que sean capaces de alcanzar al menos los 60 km/h en llano.
Las diferencias
El diseño es una de las diferencias más notables entre este tipo de vías. Las autovías suelen estar diseñadas sobre carreteras nacionales y suelen tener curvas con radios de giro más cerrados, y un desnivel más pronunciado en las pendientes. Por eso las autovías suelen tener arcenes más estrechos.
Otras de las diferencias está en que las autovías, los carriles de acceso y salida son más cortos, y no cumplen con la longitud mínima que si se exige en las autopistas.
En las autovías se pueden encontrar paradas de autobuses, algo que no ocurre en las autopistas donde estas paradas se encuentran en las vías de servicio.
Además las autovías pueden atravesar núcleos urbanos con la correspondiente adaptación de velocidad. Mientras que las autopistas los bordean con circunvalaciones.
La otra gran diferencia tiene que ver en la gestión. Las autovías son de gestión pública (Estado o comunidad autónoma). Mientras que en las autopistas es una empresa gestora quién decide imponer peaje a los conductores o si cobra al Estado a cambio del peaje en sombra. Esto quiere decir que una o varias constructoras financian la construcción y la puesta en marcha de la autopista. A cambio, el Estado les concede su conservación y su explotación durante un número concreto de años y durante este periodo, les pagará un canon por cada usuario.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.