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El cambio al horario de verano ya está aquí y llega con la incertidumbre de si será el último de la historia. En la madrugada del sábado 27 de marzo al domingo 28 habrá que adelantar los relojes una hora y a las 2 pasarán a ser las 3 de la mañana. De esta manera, esa noche dormiremos una hora menos, pero, a cambio, a partir del domingo veremos cómo anochece más tarde.
El cambio de hora tiene una serie de motivos económicos e históricos que a día de hoy se ponen en duda. Por eso, esta costumbre parece tener las horas contadas en la Unión Europea, y nunca mejor dicho.
En marzo de 2019, el Parlamento Europeo aprobó, con 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones, la propuesta que solicita a los estados que detengan el cambio de hora dos veces al año a partir de 2021, y que elijan permanentemente el horario de verano o el de invierno.
Por lo tanto, se da la opción a los Gobiernos de cada estado para que elijan en qué horario prefieren quedarse de forma fija durante todo el año. Según una directiva de la UE, los 28 estados actualmente deben cambiar al horario de verano el último domingo de marzo y regresar al de invierno el último domingo de octubre.
La Comisión Europea, a cargo de la redacción de la legislación de la UE, hizo la propuesta en 2018, después de una consulta pública que mostró que el 84% de los encuestados querían eliminar los cambios bianuales de hora. Los eurodiputados y la Comisión enfatizan que los estados deben coordinar sus elecciones, para minimizar el riesgo de interrupción económica de un mosaico de diferentes zonas horarias.
En el caso de España, se creó un comité de expertos para la evaluación del impacto que tendría para el país suprimir el cambio horario. En 2019, un informe de la comisión detalló que el debate entre los expertos "no es unánime ni concluyente". El plazo para suprimir los cambios de hora por parte de la UE se prolongó hasta el 1 de abril de 2021, por lo que el Gobierno decidió mantener el cambio estacional hasta dicha fecha e ir recopilando "argumentación suficiente consolidada y compartida que nos haga optar por una de las vías". La decisión, por tanto, no está tomada.
Si España opta por adoptar de forma permanente el horario de verano, el último cambio de hora tendrá lugar este marzo de 2021. Por el contrario, en los países que decidan permanecer en el horario de invierno, el reloj se cambiará por última vez en octubre de 2021.
En España gusta más el horario de verano
España (salvo Canarias) está en el mismo huso horario de Francia y Alemania, una hora más que Portugal y Reino Unido. Es el Horario Central Europeo (CET) que equivale al Tiempo Universal Coordinado (UTC) más una hora, UTC +1. Pero en verano, con el cambio de hora, que en España empezó a aplicarse en 1974, el horario en vigor es el Horario Central Europeo de Verano (CEST), que equivale al Tiempo Universal Coordinado (UTC) más dos horas, UTC+2. Este cambio está regulado por la Directiva 2000/84
El dilema se produce porque aunque la mayoría de la población, un 65% según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2019, prefiere el horario de verano, multitud de informes técnicos concluyen que lo más racional sería que el país se quedara con el horario de invierno todo el año, ya que de seguir en el veraniego sería el país donde más tarde amanecería y anochecería (exceptuando las zonas muy próximas al polo norte en pleno invierno y verano), algo que llega a su máximo extremo en la ciudad de Vigo.