¿Cuánto tiempo fue la peseta la moneda oficial en España?

Pela, cala, chucha, rubia, leandra… con todas estas denominaciones hemos llamado alguna vez a la peseta, la moneda que nos ha acompañado desde el siglo XIX hasta la aparición de euro. Es probable que muchos de los lectores aún recuerden con cierta nostalgia su uso y cómo fue evolucionando a lo largo de las décadas, al tiempo que lo hacía la economía y la propia sociedad.

Lo que quizás no sepan es que fue el 19 de octubre de 1868 cuando se firmó el decreto que la implantaba como unidad monetaria nacional, sustituyendo al escudo y poniendo fin a otras 21 unidades monetarias que había en circulación en España.

Desde tiempos de Napoléon

Eso sí, la primera vez que se acuñó una peseta fue en el año 1808 en Barcelona. Y no es de extrañar que fuera en esta ciudad porque el término peseta proviene del catalán peceta, que a su vez es diminutivo de peça (pieza).

Como hemos apuntado, 50 años después se convirtió en la moneda oficial y se decidió acuñar en plata, una medida que se abandonaría durante el gobierno de la Segunda República, cuando se decidió utilizar metales no preciosos para abaratar costes. Así, en 1937 se fabricó la primera de latón con el rostro de una mujer que representaba la República. Y es precisamente por el color del latón por lo que se comenzaron a denominar rubias.

Con la llegada al poder de Franco tras la Guerra Civil se retiraron de la circulación las monedas con metales preciosos y se lanzaron las monedas de 5 céntimos (conocida como perra chica), 10 céntimos (perra gorda), 25 céntimos (real), 1 peseta y 5 pesetas (los populares duros); y poco después la de 50 céntimos y la de 2,5 pesetas.

Según avanzaba la economía y aumentaba la inflación, fueron apareciendo nuevas monedas como la de las de 25 (cinco duros), 50 y 100 pesetas (esta última primero con plata de 800 milésimas). Y con la llegada de la democracia, la imagen que pasó a la cara de las mismas fue la de Juan Carlos I.

Monedas temáticas

El primer cambio en el diseño (aparte del escudo y el busto) se produjo con las monedas conmemorativas del Mundial de Fútbol de 1982. Asimismo, en ese mismo año salió a la circulación la moneda de 100 pesetas que se convirtió casi en la más popular de todas poco antes de que apareciera el euro. Estos 20 duros eran más compactos y útiles que los anteriores y marcarían el camino al nuevo cambio de dimensiones que se realizaría en los años 90, con monedas más pequeñas que las realizadas hasta la fecha.

En este periodo de tiempo también se acuñarían nuevas monedas de 200 y 500 pesetas, las cuales, al igual que ocurriera con la de 100, sustituían a los billetes con estas cantidades. Finalmente, en el año 2002, el euro se convirtió en la moneda oficial.