¿Cuántos toros de Osborne quedan en España?
Los ejemplares del mítico toro fueron instalados en los años 50 y algunos permanecen hoy
14 metros de altura. 150 metros cuadrados de acero galvanizado. Una vista instantáneamente reconocible. Hay pocos símbolos publicitarios u obras de arte que se asocien de modo tan automático con nuestro país como esta enorme figura de un toro negro. Y es que la mayoría de nosotros, desde niños, los hemos visto a través de la ventanilla del coche y, en cuanto lo hacíamos, sabíamos con certeza que estábamos de viaje.
Por supuesto, hablamos del toro de Osborne, la señal publicitaria más famosa de nuestro país. Desde su concepción, allá por los años 50, ha ido proliferando y reproduciéndose por toda la geografía nacional. Se ha convertido en una especie autóctona. Creado por el artista Manuel Prieto, en un principio iba a formar parte de una campaña publicitaria del brandy Veterano de la marca de licores Osborne. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha pasado de ser un mero anuncio a constituir una seña inequívoca de las carreteras españolas.
De hecho, cuando se estipuló que la publicidad de las carreteras debía estar a una altura de al menos 50 metros, las autoridades estuvieron a punto de exterminar a toda la población de estos bóvidos. Sin embargo, gracias a una poderosa iniciativa popular e institucional, el toro pudo quedarse en sus pastos. En el 94, el Congreso lo declaró "patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España" y, cuatro años más tarde, el Tribunal Supremo falló a favor de su permanencia en las carreteras.
En la actualidad, hay 92 toros, distribuidos de manera un tanto irregular por la geografía española. Dado que el origen de la marca Osborne se halla en Jerez de la Frontera, es alrededor de esta localidad donde encontramos la mayor concentración. De esta manera, solamente en las provincias de Cádiz y Sevilla, se juntan 16 de todos los ejemplares. Más allá de la cuenca del Guadalquivir, también hay bastantes en la costa alicantina -hasta 7- dispuestos a lo largo de toda la provincia.
Sin embargo, la historia del toro no cuenta únicamente con llegadas de nuevos miembros. En ocasiones, el mal tiempo o el rechazo del símbolo por parte de la población local han hecho que las vallas hayan tenido que ser retiradas definitivamente. Por ejemplo, en Alicante, el toro de Villajoyosa, muy cerca de Benidorm, salió volando en una jornada de vientos que superaron los 100 kilómetros por hora. En Monforte del Cid, una persona aserró las patas del animal.
En Cataluña, la presencia del toro ha sido completamente erradicada. Visto como un símbolo del nacionalismo español, fue derribado en numerosas ocasiones por parte de activistas y el último que quedaba, en el pueblo de Bruch -tras ser repuesto otras tantas veces-, desapareció, dejando a la comunidad catalana sin ninguno de estos toros. En otra nota más positiva, el toro ha conseguido introducirse en ecosistemas muy lejanos. Por ejemplo, existen un buen número de estos animales en las carreteras mexicanas y, recientemente, se ha construido uno de ellos en Japón. En la localidad de Matsunomaya, el artista Echigo Tsumari instaló uno como parte de su muestra de obras contemporáneas y a los habitantes les agradó tanto que optaron por dejarlo puesto.
¡Valor... y a la moto!
Normalmente los toros aparecen en el horizonte de manera un tanto inesperada. Pocos son los que salen expresamente a buscarlos. Entre ellos, destaca un grupo de fanáticos moteros que ha organizado el reto ToroEnMoto. Si tienes uno de estos vehículos de dos ruedas y mucho tiempo libre, puedes enrolarte y salir a descubrir todos los emplazamientos del toro. En principio, parece sencillo, pero, como sabemos, algunos de los ejemplares han migrado a zonas muy remotas. Completar el reto puede llevar muchísimo tiempo.
¿La recompensa? Sacarte una foto con el cartel y mandarla al sitio web del reto, donde se colgarán para que todos los moteros puedan saber lo que se siente. Por lo pronto, hay que decir que la foto del toro de Dinamarca todavía no está subida por lo que todavía puedes ser el primero en descubrirlo.
