Cuidado con los efectos secundarios del Losartán, el medicamento utilizado para la hipertensión

El Losartán es un medicamento utilizado para el tratamiento de la tensión arterial alta, comúnmente conocida como hipertensión. Como con cualquier medicamento, es crucial seguir las indicaciones para su uso y conocer sus posibles efectos secundarios para que su uso no resulte contraproducente. 

Tal y como explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el losartán está compuesto por una combinación de un antagonista del receptor de la angiotensina II (losartán) y un diurético (hidroclorotiazida). De este modo, el losartán impide la unión de la angiotensina II (una sustancia producida en el organismo) con unos receptores presentes en los vasos sanguíneos que, al unirse con ellos, provoca que estos se estrechen y aumente la presión arterial.

Por otra parte, hay algunas precauciones que debemos tomar antes usar este medicamento. En primer lugar, se desaconseja para aquellas personas alérgicas a losartán, hidroclorotiazida o a alguno de los demás componentes de este medicamento; u otras sustancias derivadas de la sulfonamida. También a las embarazadas de más de 3 meses, en especial si tienen una insuficiencia hepática grave, una insuficiencia renal grave o sus riñones no producen orina. 

Tampoco es aconsejable para aquellos que tengan niveles bajos de potasio, de sodio, o niveles altos de calcio que no pueden ser corregidos con el tratamiento, o si tiene diabetes o insuficiencia renal y está siendo tratado con un medicamento para bajar la presión arterial que contiene aliskiren.

A todo esto, se suman una serie de advertencias más antes de empezar a tomar este medicamento, entre las que se incluyen haber sufrido previamente hinchazón de cara, labios, lengua o garganta; tomar diuréticos; seguir una dieta con restricción de sal; haber tenido vómitos o diarrea graves; tener insuficiencia cardíaca; si tiene estrechamiento de las arterias; o está tomando otros medicamentos, entre otras precauciones más que habría que tener en cuenta y que se pueden consultar en la web de CIMA.

Posibles efectos secundarios

Al igual que todos los medicamentos, el losartán también puede producir efectos adversos en algunas personas. Estos son algunos de los efectos secundarios más frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas) que podemos experimentar al tomar este medicamento: tos, infección de las vías respiratorias superiores, congestión de la nariz, sinusitis, trastorno del seno, diarrea, dolor abdominal, náuseas, indigestión, dolor o calambres musculares, dolor en la pierna, dolor de espalda, insomnio, dolor de cabeza, mareos, debilidad, cansancio, dolor en el pecho, niveles elevados de potasio (que pueden causar un ritmo cardiaco anormal) y disminución de los niveles de hemoglobina.

Hay otros efectos adversos menos frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas) que también podríamos experimentar, entre los que se encuentran: anemia, manchas rojas o marrones en la piel, hematomas, pérdida de apetito, ansiedad, nerviosismo, trastornos de pánico, confusión, depresión, trastornos del sueño, somnolencia, alteración de la memoria, hormigueo o sensaciones similares, dolor en las extremidades, temblor, migraña, desmayo, visión borrosa, escozor o picor en los ojos, conjuntivitis o empeoramiento de la vista, entre otros. 

Si experimentamos algunos de estos efectos adversos, en especial si es de forma grave, lo aconsejable es dejar de tomarlo y consultar al médico o farmacéutico, o a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano, incluso si se trata de alguno que no aparezca en el prospecto.