Marco Herrera
Cultura
Día mundial de la poesía: Los mejores poetas españoles
Echamos un vistazo a algunos de los nombres españoles más destacados en la historia de la poesía
En 1999, la UNESCO proclamó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía, coincidiendo con la llegada al hemisferio norte del equinoccio de primavera. Conocido en Europa como Primavera de los Poetas, este día conlleva multitud de actos culturales e institucionales que tienen como fin el fomentar la lectura y la divulgación de la literatura y, sobre todo, la poesía. Históricamente, nuestro país ha aportado nombres de gran aportación al mundo de las rimas, por lo que damos un repaso por algunos de esos poetas.
Luis de Góngora (1561-1627)
Nacido en Córdoba, es uno de los nombres más representativos de la literatura española del Siglo de Oro. Góngora también fue uno de los máximos exponentes de la corriente literaria conocido como culteranismo (intención de intensificar la expresión separándola del equilibrio y claridad clásica), considerándosele su impulsor. Angélica y Medoro (1602), Fábula de Polifemo y Galatea (1612), Soledades (1613) o la Fábula de Píramo y Tisbe (1618) son algunas de sus obras poéticas más conocidas.
Lope de Vega (1562-1635)
Otro de los poetas referenciales del Siglo de Oro español es Lope de Vega, considerado uno de los autores más importantes de la literatura universal. Nacido en Madrid, Lope escribió más de 3.000 sonetos. En 1602 publica La hermosura de Angélica y La Dragontea, en 1609 el Arte nuevo de Hacer Comedias en este Tiempo o las Rimas Sacras en 1614. En 1621 publica el poema mitológico La Filomena, en 1624 La Circe, Triunfos Divinos en 1625, Laurel de Apolo en 1630, La Égloga a Claudio en 1632, Rimas Humanas y Divinas del Licenciado Burguillos en 1634 o La Vega del Parnaso publicado por sus familiares a título póstumo en 1637.
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Quevedo nació en Madrid y fue otro de los más destacados representantes del Siglo de Oro. Nacido en una familia de hildalgos, en la corte del rey, es autor de Sueños y Discursos (1606-1623), Discurso de todos los Diablos o Infierno Emendado (1628), Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños (1626), Premática y aranceles, hechas por el fiel de las putas, Consejos para guardar la mosca y gastar la prosa, Premática del tiempo, Capitulaciones matrimoniales y Capitulaciones de la vida de la Corte o Cartas del caballero de la Tenaza (1625). Posteriormente, la mayoría de sus obras fueron recogidas en El Parnaso Español (1648) y Las Tres Musas Últimas Castellanas (1670).
José de Espronceda (1808-1842)
Espronceda es el poeta más representativo del Romanticismo español del siglo XIX. Nació en Almendralejo, provincia de Badajoz, y murió en Madrid con tan solo 34 años. Entre sus obras más destacadas se encuentran El Estudiante de Salamanca (1840), sobre un seductor donjuanesco, o El Diablo Mundo (1841), un poema de enfoque filosófico. También escribió muchos poemas cortos que denominó Canciones y fueron publicados en diferentes revistas a lo largo de los años.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Nacido en Sevilla, pertenece al movimiento del Romanticismo y cuyas obras más populares y aclamadas son Rimas (1871) y Leyendas (1858-1864). Aunque su popularidad en vida no fue menor, solo tras su fallecimiento se le empezó a reconocer el prestigio del que disfruta su obra hoy en día.
Rosalía de Castro (1837-1885)
La escritora y poeta nacida en Santiago de Compostela escribió tanto en gallego como en castellano y es considerada junto a Bécquer la precursora de la poesía moderna española. Cantares Gallegos en 1863, Follas Novas en 1880 o En las Orillas del Sar en 1884 son algunas de sus obras poéticas más representativas.
Antonio Machado (1875-1939)
Es el representante más joven de la Generación del 98 y cuenta con una obra primero de corte modernista, para más tarde inclinarse por rasgos intimistas simbolistas y acabando por una poesía de compromiso humano. Nacido en Sevilla, pasó su infancia en una vivienda de alquiler en el Palacio de Dueñas. Entre sus obras poéticas más destacadas se incluyen Soledades. Galerías. Otros poemas (1907), Campos de Castilla (1912), Nuevas Canciones (1924), La Tierra del Alvargonzález (1933), Poesías Completas (1936) o La Guerra (1936-37).
Vicente Aleixandre (1898-1984)
Nacido en Sevilla, Aleixandre es uno de los poetas encuadrados en la Generación del 27. Entre su obra destaca la poesía pura de Ámbito (1928), la surrealista de Espadas como Labios (1932), Pasión de la Tierra (1935), La Destrucción o el Amor (1933) o Sombra del Paraíso (1944). También escribiría poesía antropocéntrica, como en Historia del Corazón (1954) o En un Vasto Dominio (1962). En su vejez vuelve al surrealismo en obras como Poemas de la Consumación (1968) o en Diálogos del Conocimiento (1974). Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1934 y con el Premio Nobel de Literatura en 1977.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
El poeta y escritor nacido en Moguer (Huelva) se considera como de la Generación del 14 y en su obra se acerca a la generación modernista del 98 y a la generación posterior del 27. Aunque su obra más destacada es Platero y yo (1914), en poesía cuenta con obras como Poemas májicos y dolientes (1909) o Diario de un Poeta Casado (1916). Jiménez fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en el año 1956.
Federico García Lorca (1898-1936)
Uno de los poetas más destacados de la Generación del 27 y de la historia de la poesía en español, Lorca nació en Fuente Vaqueros, Granada, y está considerado el poeta español más influyente del siglo XX. Entre sus obras de poesía destacan Poema del cante jondo (1921), Oda a Salvador Dalí (1926), Romancero Gitano (1928), Poeta en Nueva York (1930) o Sonetos de Amor Oscuro (1936). Murió fusilado por las autoridades franquistas tan solo un mes más tarde del Golpe de Estado del General Franco que dio lugar a la Guerra Civil.
Miguel Hernández (1910-1942)
Natural de Orihuela, provincia de Alicante, a Hernández se le encuadra en la Generación del 36 y fue poeta y dramaturgo. Sus obras poéticas más relevantes son Perito en Lunas (1933), El Rayo que no cesa (1936), Viento del Pueblo (1937), Cancionero y Romancero de Ausencias (1938-41), El Hombre Acecha (1938-39) o Nanas de la Cebolla (1939). Murió en una cárcel franquista tras padecer bronquitis, luego tifus y más tarde tuberculosis a la edad de 31 años en 1942.