Abueland, el cómic donde los abuelos son los superhéroes

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Bienvenidos a Abueland, un universo en el que los abuelos y abuelas muestran su verdadera cara de héroes y heroínas al rescate. Un proyecto iniciado por la periodista e ilustradora Joly Navarro para homenajear el importante papel de los abuelos en la crianza y la conciliación, a través de viñetas irónicas, pero que también invitan a la reflexión. "Abueland es el retrato del momento social que vivimos con respecto a la crianza poniendo el foco en ellos, los abuelos", cuenta su autora a 65YMÁS, quien considera que los abuelos realizan muchas tareas "invisibilizadas". Bajo este paraguas nació el proyecto Abueland en 2018, ahora convertido en un libro que recopila más de 80 ilustraciones, una serie de exposiciones itinerantes por toda España y talleres sobre ilustración intergeneracional.

Humor para despertar conciencias

"Las primeras viñetas surgieron durante mi baja de maternidad en 2017. En los paseos matutinos iba constatando que la ciudad estaba llena de abuelos y abuelas cuidando. Eran quienes estaban acompañando a nuestras criaturas en los parques, en los centros de salud. Quienes estaban a la salida o en las propias extraescolares. Quienes se quedaban cuando el niño o la niña enfermaba o incluso quienes cubrían toda una jornada laboral cuidando", explica. Una realidad que reconoce no haber visto hasta entonces. "Poco habíamos hablado de las personas mayores que cuidan y que nos estaban sosteniendo".

De ahí que recalca la necesidad de visibilizar y poner en valor el papel que tienen las abuelas y los abuelos en la crianza y "cómo pieza clave para la conciliación laboral y personal". A la vez y desde el humor, reflexionar acerca de la sobrecarga que en ocasiones supone este rol, que muchas veces se da por hecho. "El objetivo nunca ha sido el de generar culpa sino el de pensar el mundo en el que vivimos y las cosas que podemos cambiar para cuidar y cuidarnos de una forma saludable", opina la ilustradora. 

Superhéroes invisibles

Joly expone que en Abueland "habitan seres invisibilizados, que no se valoran", desde la “Tupper abuela”, el "abuelo porteador", la "conciliación sincronizada" o la ilustración que muestra el "Resort" al que los niños van durante las vacaciones de verano. "Vivimos un mundo en el que el sistema de valores, está patas arriba. En mi opinión damos excesivo valor al dinero, al éxito en el trabajo, al consumo de bienes y experiencias… y poco a las tareas de cuidado que nos sostienen, sin las que no podríamos trabajar, consumir…", opina Navarro, constatando el poco reconocimiento a los que cuidan.

"Por otro lado se vive como una carga a las personas que necesitan y dependen de los cuidados y que no se encuentran en una edad productiva. Pienso que una mirada interesante a tener presente es que las personas jóvenes seremos las personas mayores de mañana. ¡Y no queda tanto! ¿Qué sociedad queremos? ¿Cómo nos gustaría que nos cuidaran y cuidarnos? Empecemos a pensarlo y a actuar desde ya", reclama.

Abuelos en pandemia

El último capítulo del libro está dedicado a los abuelos en pandemia, que Navarro ha considerado que ha tenido un impacto "muy significativo" en la relación de los abuelos y nietos. "Durante la pandemia las pantallas facilitaron la comunicación sin embargo se evidenció una brecha digital que no todas las personas pudieron afrontar. También hubo abuelos y abuelas a los que no pudimos despedir. Un momento duro fue la vuelta a las escuelas en septiembre de 2020 y esa recomendación del colegio de médicos en la que se aconsejaba a las personas mayores que no estuvieran en las salidas y entradas de los coles".

"Muchas familias se apoyaban en abuelos y abuelas para este momento debido a sus jornadas de trabajo poco conciliadoras. Si lo miramos desde un enfoque positivo, muchas empresas reaccionaron y flexibilizaron las jornadas o asentaron el teletrabajo como fórmula para garantizar la conciliación. Sin embargo, fueron muchas también las que no lo hicieron y esto supuso y hoy día sigue suponiendo un motivo de asfixia y estrés para madres y padres que ya no cuentan con la red de apoyo familiar". Muestra del reencuentro es la viñeta "el beso apretado", con mascarillas incluidas.