Marco Herrera
Cultura
Albert Serra aterriza en el Reina Sofía con su visión de los desastres del deseo
El cineasta presenta 'Personalien', un proyecto audiovisual sobre la intimidad
Desde el pasado miércoles 27 hasta el 13 de mayo y dentro del programa Fisuras, el cineasta catalán presentará Personalien, obra presentada mediante una videoinstalación. Serra (La Muerte de Luis XIV, 2016) elabora un documento audiovisual de 43 minutos de duración y coloca al espectador en mitad de dos pantallas en las que se emitirán escenas de cruising –quedadas en lugares público para tener relaciones sexuales entre desconocidos– ambientadas en el siglo XVIII.
En la presentación en rueda de prensa de la exposición, el director ha señalado que "todo se nivela puesto que no hay clases sociales". Y también que "existe un abandono de uno mismo" y una "destrucción de ideas" que choca con la idea de hoy día de que "todo está ligado a los derechos". "Son imágenes del siglo XVIII pero hay una especie de vicio contemporáneo (...) el deseo que pasa por el abandono a uno mismo", comenta a EFE el director de Bañolas, para el que cualquier "consideración de la obra pasa por la intimidad del espectador, el abandono de uno mismo para generar una relación con el deseo muy distinta a la que tenemos".
No hay provocación
Según sus propias palabras, Personalien aborda "el deseo de otra época, arbitrario, una experiencia que no tiene ningún tipo de contención". La obra tiene una clara inspiración en el Marqués de Sade y el pecado carnal: "A pesar del contenido, no hay provocación, hay una cosa abstracta, casi un poco relamida (...) y el proyectar en dos pantallas da lugar a una multiplicidad de puntos de vistas, que es parte del placer y la curiosidad".
Por ello Serra enfoca la exposición como una imagen de los desastres del deseo y aclara que tiene una especie de obsesión por crear imágenes inéditas como "cuando ves a la chica en el suelo a cuatro patas y hay gente mirando con caras que nunca antes se habían visto". El director recurre a la parte misteriosa de las imágenes, donde la pérdida de control es fundamental para la intimidad.
Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, comenta sobre la obra de Serra que es clave el cuestionar la propia mirada: "La obra tiene elementos de enigma que se ven en la luz, los colores, y el enigma es una pregunta que se responde con otra pregunta. Creo que le ha salido una obra redonda, estamos de enhorabuena"