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Después de más de 4.000 años las pirámides de Guiza cambian radicalmente su aspecto gracias a la primera exposición de arte contemporáneo que se organiza en la meseta declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco con el título de Forever Is Now (Por siempre es ahora) presenta obras de diez artistas de distintos países cuyo trabajo se centra en instalaciones y esculturas que tienen por objeto producir ilusiones ópticas.
La muestra que acaba de ser inaugurada está organizado por Art D’Egypte con la colaboración del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, el Ministerio de Asuntos Exteriores del país y el patrocinio de la Unesco.
“Estamos ante una mezcla entre la civilización egipcia y el arte contemporáneo en todo el mundo. Esto seguramente es muy importante porque representa intercambios entre culturas y diálogos entre artistas contemporáneos y nuestra civilización”, ha declarado la fundadora de Art D‘Egypte, Nadine Abdel-Ghaffar.
La muestra ha sido montada en un espacio abierto en torno a las pirámides y, como ha explicado Abdel-Ghaffar, ha sido necesario preservar las edificaciones del parque arqueológico lo que ha llevado a que el montaje de la muestra haya necesitado un año de preparación.
“La exposición es un mensaje de esperanza para la humanidad, particularmente en medio de la pandemia de Covid-19, mientras que muchos países se ven obligados a imponer restricciones sociales y confinamientos”, apunta Abdel-Ghaffar.
Una de las obras más celebradas de la muestra es la del artista italiano Lorenzo Quinn, hijo del actor Anthony Quinn, que con el título de Juntos representa dos manos rozándose que quieren ser una bella metáfora de la comunicación.
“Tengo mucha suerte por tener las tres pirámides detrás de mi escultura. La posición de las manos tocándose también parece una forma de pirámide, por eso las hice de esta manera”, ha explicado el escultor que ha realizado su trabajo con una malla de alambre de acero inoxidable con 36.000 puntos de soldadura.
Otra de las obras más aplaudidas es la del egipcio Moataz Nasr que presenta docenas de remos de cruzados en aspa y formando el esqueleto de un barco de 14 metros de largo al que pueden acceder los visitantes para recorrer el montaje.
“La pieza se titula Barzakh, que significa una división, o un lugar entre dos mundos diferentes, como la vida y la muerte, el día y la noche o el blanco y el negro, porque el barco solar para los antiguos egipcios estaba destinado a llevarlos de este mundo hasta el más allá“, explica Nasr.
Justo frente a las tres pirámides, Edward Shuster y Claudia Moseley, dos artistas británicos presentan su trabajo Plan of the Path of Light (Plan del Camino de la Luz), un con junto de pantallas de vidrio óptico con bases de acero que simulan una estructura similar a la de los monumentos.
“Tratamos de tomar todo el simbolismo y las matemáticas cósmicas de las pirámides e incluirlas en esta nueva forma contemporánea”, ha declarado Edward Shuster.
“En la exposición Forever Is Now la palabra ‘Forever’ se refiere a las Grandes Pirámides de Guiza con su magnificencia y antigüedad, y ‘Now’ significa arte contemporáneo”, ha explicado Ahmed Obied, ministro egipcio de Turismo y Antigüedades.