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El artista neerlandés Marijn van Kreij reinterpreta la obra de Pablo Picasso en la exposición Contemporany Presences en el Museu Picasso de Barcelona, que reúne variaciones de dibujos en los que analiza el motivo de la ventana, un tema recurrente en la obra del pintor malagueño.
En rueda de prensa, Van Kreij (Middelrode, 1978) ha asegurado que en sus inicios como artista no tenía conexión con la obra picassiana, pero que comenzó a interesarse por su obra más tardía y el juego que proponía con la propia condición de artista y el proceso de producción.
Eso hizo que a partir de 2012 se centrara en la obra tardía de Picasso con monumentales cuadrículas a series expansivas de dibujos basados en los 'paisajes interiores' del artista malagueño.
Van Kreij ha afirmado que comenzó a disfrutar al ver como Picasso repetía y reinterpretaba piezas como Las meninas de Diego Velázquez, por lo que él comenzó a acercarse a las obras del artista malagueño desde una perspectiva personal sin la voluntad de desafiarlo.
La exposición en el Museu Picasso, que se podrá ver hasta el 1 de noviembre en la primera vez que se puede ver en Barcelona, está centrada alrededor de la ventana, como punto de encuentro entre la vida interior y el mundo exterior, con centenares de variaciones de una escena con un marco de ventana azul extraido de 'El Taller de Picasso'.
Libertad en la repetición
Van Kreij ha defendido que en la repetición encuentra "la libertad" como artista, y ha subrayado que gracias a Picasso comenzó a interesarse por la pintura, ya que en sus inicios estaba centrado únicamente en el dibujo.
Pintado de forma rápida y directa, en papel usado, páginas de revistas y folletos publicitarios, la serie fluctúa entre la figuración y la abstracción, convirtiendo cada fragmento en un símbolo ondulante: "La ventana es la frontera que tienes que cruzar", ha añadido.
La exposición también instala unas campanas de viento y sillas de la colección del artista para que los visitantes puedan contemplar la obra, ya que para él las repeticiones son una ralentización del paso del tiempo, y juega con una ventana que da al exterior del museo, por la que los viandantes pueden observar la obra.
El comisario de la exposición, Erich Weiss, ha subrayado que Van Kreij lleva diez años "obsesionado" con la obra de Picasso y que traer su obra al museo de Barcelona es una buena excusa para conocer su obra y revisitar la colección del Picasso.
Weiss ha dicho que al artista holandés le interesa sobre todo la obsesión de Picasso con su propio estudio, y ha subrayado que la muestra es "de alguna manera, una declaración de amor".