"Sí, soy la hija de la portera. ¿Y qué?", declaró la gran Marisa Paredes. Efectivamente, ¿Y qué?. Nadie es menos que nadie y el origen humilde de la hija de la portera de la casa número 13 de la madrileña plaza de Santa Ana no hace más que engrandecer la figura de una mujer que con su trabajo e innata capacidad creativa y su incuestionable elegancia ha llegado a ser una gran estrella que Pedro Almodóvar, con el que ha trabajado en cinco memorables películas, hizo, si cabe, aún más grande. Su padre trabajaba como empleado en cervezas 'El Águila', pero fue su madre, fallecida en 2004 la que la enseñó a luchar y abrirse camino en un mundo que le resultaba cuanto menos ajeno, sino hostil.
La actriz que en 2018 ganó el Goya de Honor en la 32ª edición de los premios por "su prolífica y prolongada carrera que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio", nació en Madrid el año 1946 y desde muy pequeña dejó claro a todos que su vocación era la interpretación. Con 14 años ya se subió a un escenario para trabajar como meritoria en la compañía de Conchita Montes que representaba la obra Esta noche tampoco, de José López Rubio.
Estudió en el Conservatorio y la Escuela de Arte Drmático. Su debut en cine llegó de la mano de José María Forqué en el año 1960 que le dio un pequeño papel en la espléndida 091 Policía al habla. Fue el principio de una carrera sensacional que no se limitó al cine y el teatro sino que también frecuentó la televisión en aquellos inolvidables Estudio 1 de TVE en los que encarnó a personajes de Shakespeare, Chejov, Ibsen, Neville...
A aquella película de José María Forqué siguieron muchas otras Carola de día, Carola de noche, de Jaime de Armiñán; La revoltosa, de Juan de Orduña; Ópera prima de Fernando Trueba; Sus años dorados, de Emillio Martínez Lázaro; Tras el cristal, de Agustí Villaronga; Mientras haya luz de Felipe Vega; o El perro, del director Antonio Isasi-Isasmendi con quien en 1975 tuvo a su única hija, la también actriz María Isasi.
Y todo ello sin dejar de trabajar en el teatro con directores de la talla de Lluís Pasqual y obras como El engaño de José Martín Recuerda; Las criadas, de Jean Genet; o La gata sobre el tejado de zinc del gran Tennessee Williams. Los aficionados seguro que no han olvidado sus montajes más recientes, Hamlet, Sonata de otoño, El cojo de Inishmaan...
l talento de María Paredes nunca había pasado percibido para nadie, y mucho menos para un Pedro Almodóvar que la llamó en 1983 para trabajar en su tercer largometraje Entre tinieblas en la que encarnó el papel de Sor Estiércol, a la que seguirán en Tacones lejanos, en 1991, con la que Paredes ganó el Premio a la Mejor Protagonista de la Unión de Actores, La flor de mi secreto, en 1995; la imprescindible y ganadora del Oscar en 1999, Todo sobre mi madre; y en 2011 La piel que habito.
Es habitual también la presencia de Marisa Paredes en el cine europeo donde ha trabajado junto a Marcello Mastroianni en Tres vidas y una sola muerte que dirigió Raoul Ruiz; en la también oscarizada La vida es bella de Roberto Benigni; con Amos Gitai en Golem, l’esprit de l’exil; con Daniel Schmid en Hors saison; Philipe Lioret en En tránsito; Alain Tanner en Jonás y Lila; Manoel de Oliveira en Espejo mágico...
Su filmografía abarca más de 75 películas que se completa con títulos como Profundo carmesí y El coronel no tiene quien le escriba, de Arturo Ripstein; El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro; Frío sol de invierno, de Pablo Malo; El dios de madera, de Vicente Molina Foix; Petra, de Jaime Rosales...
De su más de medio siglo de trabajo en televisión todo el mundo recuerda su paso por series y obras de Estudio 1. Hay quedaron Las doce caras de Eva, Historias de Juan Español, Los camioneros, Cervantes, La máscara negra; El mercader de Venecia; El enfermo imaginario; El jardín de los cerezos; Peribáñez y el comendador de Ocaña; La dama del alba; Goya; Delirios de amor; Felipe y Letizia; La reina del sur...
Además, de recibir importantes galardones como los ya mencionados y a los que se suman, entre muchos otros, el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Espiga de Honor de la Seminci o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, Marisa Paredes también fue presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre 2000 y 2003.