Teresa Rey
Cultura
La cerámica de Talavera y El Puente del Arzobispo, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Teresa Rey
Foto: Foto Javier Robles https://cultura.castillalamancha.es
Martes 24 de diciembre de 2019
6 minutos
La impulsora ha sido la Asociación Tierras de Cerámica y se ha incluido a Puebla y Txlaca (México)
Teresa Rey
Foto: Foto Javier Robles https://cultura.castillalamancha.es
Martes 24 de diciembre de 2019
6 minutos
La técnica cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo (Toledo) se ha incluido en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Unesco. La decisión se produjo en el XIV Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco (@UNESCO_es) que se reunió recientemente en Bogotá (Colombia). También se ha otorgado a los estados de mexicanos de Puebla y Txlaca, ya que este arte se comparte con ellos.
Asociación Tierras de Cerámica
La impulsora de esta iniciativa ha sido la Asociación Tierras de Cerámica (@tierraceramica), y cuyo secretario de la Junta Directiva, Manuel Rico Cantero, ha hecho estas declaraciones que recoge el periódico digital AhoraCLM.com: “Este reconocimiento conlleva una gran responsabilidad para todos nosotros, en nuestras manos está que siga vivo y permanezca como herencia cultural para las generaciones futuras, evolucionando y representando a esta tierra con orgullo”.
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (@garciapage), felicitó a ambas localidades por conseguir este reconocimiento y agradeció la labor realizada por la asociación para impulsar esta inclusión en la Unesco. Del mismo modo, anunció que la Ciudad de la Artesanía acogerá el Centro Regional de Formación de la Artesanía y el Vidrio, a la par que se va a convertir en un lugar de investigación, formación y perfeccionamiento de la técnica de los artesanos.
La declaración de Patrimonio Inmaterial se refiere a las comunidades de artesanos que existen tanto en España como México, ya que en ambos se fabrican objetos de cerámica de estilo talaverano para usos domésticos, decorativos y arquitectónicos, con métodos tradicionales. Además, alude a la identidad de cada taller existente y a que la fabricación artesanal de este tipo de cerámica es un símbolo identitario de cada de estas ciudades.
La historia
En Talavera de la Reina existían talleres de cerámica desde la época de los romanos, según se ha podido constatar en determinados documentos y a través del material arqueológico hallado en la zona. A pesar de ello, la fama por los trabajos realizados de esta manera no se produce hasta el siglo XVI.
Su diseño, decoraciones, formas y esmaltes son de tradición musulmana, de modo que en un principio predominan motivos vegetales y animales, hasta que comienzan a aparecer figuras con el asentamiento de los reinos cristianos.
Durante el Renacimiento, llegaron a Talavera maestros artesanos flamencos como Jan Floris,que alrededor de 1558 introdujo técnicas italianas mientras realizaba distintos trabajos en la azulejería para el alcázar de los Austrias de Madrid. Luego, se adoptaron técnicas y métodos de las lozas de Delft en Holanda.
Son tantos los tipos de creaciones que configura la cerámica talaverana, que está dividida en varias series. Estas agrupan aquellas obras que reúnen unas características conjuntas, como las técnicas empleadas, la predominancia de los colores, la temática, los motivos específicos, etcétera.
En la actualidad, perduran técnicas artesanales tradicionales relacionadas con el trabajo del barro y su decoración. Es cierto que se han incorporado innovaciones como requiere la adecuación a los tiempos modernos, pero el proceso artesanal de producción cerámica y su personalidad aún se mantienen.
Al mismo tiempo, los talaveranos desarrollaron sus vidas en torno a este arte, que durante mucho tiempo fue el medio del que vivían. Por este motivo, sus viviendas se estructuraron para albergar talleres y fábricas, además de adoptar un lenguaje con una terminología específica que les hizo diferenciarse de sus vecinos. Este lenguaje es también patrimonio inmaterial destacable que dota de personalidad a la población. Se refleja además en la toponimia del callejero, donde encontramos nombres como Alfareros, Alfares, Artesanos o Torneros, junto al de ceramistas ilustres como Juan Ruiz de Luna, Francisco Montemayor, Francisco Niveiro, Doctor Henche o Francisco Arroyo, explican desde Cultura de Castilla La Mancha (@culturaenclm).
El municipio de Puente del Arzobispo posee talleres alfareros desde por lo menos el siglo XV, según se tiene constancia. Sin embargo, para hablar de antecedentes reales del trabajo de la cerámica en esta localidad toledana hay que situarse en el siglo XVIII. En este momento es cuando se produce una separación en cuanto a las lozas puenteñas y las talaveranas.
Las creaciones de los ceramistas de Puente del Arzobispo están pintadas con óxidos. Los colores típicos son el azul, el amarillo, el anaranjado, el negruzco y el verde, que proceden del cobalto, antimonio, hierro, manganeso y cobre respectivamente. Destaca además la arcilla de la localidad, procedente de la arena fina lavada por el río Tajo, además de las retamas y carrascas que emplean como combustible para los hornos alfareros. Todo esto ha ido configurando con el tiempo una industria alfarera única y tradicional, que ha traspasado las fronteras de la región. Su diseño, calidad y color la definen y es lo que se ha transmitido de generación en generación formando parte de la idiosincrasia de esta localidad, y que ahora se ha reconocido junto a Talavera, Puebla y Txlaca.