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El fotógrafo Chema Madoz reúne 62 fotografías en blanco y negro en la muestra 'La naturaleza de las cosas' del Real Jardín Botánico con las que "juega como un niño" para lograr imágenes evocadoras, agresivas o con humor que "surgen de lo inesperado".
"Siempre me ha parecido que el juego es la primera idea del conocimiento y esa idea está presente en todas las imágenes. Jugar con las fotografías no deja de ser una deuda con estos artistas que te han ayudado a acercarte al arte con una visión atractiva", ha defendido el fotógrafo.
La muestra, que estará hasta el próximo 1 de marzo de 2020, incluye algunos de los temas habituales de Madoz, que prescinde "del azar" para buscar él mismo el resultado final. "Es una forma de desgranar lo que tienes en tu cabeza, estando atento a tu alrededor", ha explicado durante la rueda de prensa.
"Algunos de los fotógrafos más ortodoxos piensan que hay que fotografiar sin tocar nada de lo que tienen delante. Pero creo realmente que muchas veces las ideas surgen de lo más insospechado, solo hay que fijarse en las cosas y verlas desde otro punto", ha afirmado Madoz.
En la exposición, que ocupa dos salas y también alberga una selección de objetos personales del taller del artista, se funden imágenes "del mundo animal, mineral y vegetal" para crear "un mundo propio", en palabras de la comisaria de la exposición, Oliva María Rubio.
Así, la "sorpresa" para el espectador puede llegar de un dedal que se transforma en una maceta o un cubo de hielo que termina convertido en un regalo. Pero también surgen las imágenes "evocadoras" como las notas de música en ramas del árbol e incluso "agresivas" como una rosa con las espinas aumentadas o una planta que atraviesa a otra.
"No es lo mismo trabajar con una hija, una brizna de césped o el agua, que no tienen una funcionalidad, a hacerlo con otros elementos cotidianos", ha resaltado el fotógrafo, quien cuenta con los libros o las esferas de relojes entre sus 'fetiches' habituales para la instantánea.
Sin título y en blanco y negro
Otro de los elementos característicos de la obra de Madoz es el no titular sus obras, algo que obedece a "no querer orientar la mirada" del espectador. "Cuando lo he intentado, tenía la sensación de estar cortando las alas a la fotografía. Al final, no titular enriquece tu trabajo, porque permite hacer lecturas dispares", ha señalado.
Asimismo, ha defendido el uso del blanco y negro siempre en sus fotografías. "Cuando yo me empecé a interesar por la imagen, el blanco y negro reunía todo lo que me gustaba: es un universo que tiene que ver con lo imaginario, que engarza muy bien con la dinámica conceptual y que se acerca más al dibujo y a la representación", ha añadido.
"Madoz subvierte las normas y se complace en trastocar la realidad, porque la mínima variación nos hace conscientes del mundo en que vivimos. Se aprecia un punto de extrañeza pero también hay familiaridad cuando se descubre su juego", ha concluido la comisaria.