Verónica Mollejo
Cultura
¿Cuáles son las plazas de toros más antiguas de España?
Aunque en España forman parte de la tradición, también hay plazas de toros en África y América
Cuando a un extranjero le preguntas por España, lo más normal es que su primera imagen del país sea una corrida de toros. Una fiesta cuyas referencias culturales se remontan a finales del siglo XVIII. Aunque actualmente están sumidas en la polémica, ante las acusaciones por maltrato animal procedentes de las asociaciones animalistas, de hecho incluso se han prohibido en algunos rincones de la península; las corridas de toros siguen siendo una tradición muy arraigada.
No obstante, esto no ha impedido que los festejos taurinos hayan descendido notablemente en los últimos años. Uno de los últimos informes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (@culturagob) apunta a una bajada de hasta el 7% y a una edad media de los aficionados que ronda entre los 55 y los 74 años. Y es que las nuevas generaciones llegan pisando fuerte y acompañados de unos valores que parecen destinar esta fiesta a la desaparición.
Eso sí, si hay algo que aporta grandeza y esplendor a este acontecimiento son las plazas de toros donde se celebran. Espacios históricos que representan un estilo arquitectónico propio de nuestro país, el neomudéjar, y que está muy vinculado a este tipo de recintos.
Asimismo, apesar de que las corridas de toros son un elemento intrínseco de nuestra cultura, en África y en América son muchos los cosos que se mantienen inalterables al paso del tiempo y que han llevado esta costumbre más allá de nuestras fronteras. Colombia, Perú, Ecuador, Marruecos e incluso Mozambique son solo algunos ejemplos. Bajo esta premisa, ¿cuáles son las plazas más antiguas de España?
La ancianita
Como su propio nombre indica, esta plaza de toros es una de las más antiguas de España. Ubicada en la ciudad de Béjar, en la provincia de Salamanca, su construcción tuvo lugar entre 1667 y 1711, siendo este último año la fecha escogida para celebrar una inauguración por todo lo alto y en honor al nacimiento del Príncipe de Asturias, que tiempo después reinaría bajo el nombre de Luis I de España. Además de la historia que guardan sus gradas y chiqueros, esta plaza se encuentra en un entorno excepcional: el monte del Castañar, junto al Santuario de la Virgen del Castañar.
Plaza de toros de Béjar (Bigstockphoto)Plaza Nueva
En este caso nos trasladamos hasta la provincia de Ciudad Real, más concretamente a la localidad de Almadén, donde reside este Bien de Interés Cultural. Su construcción se llevó a cabo entre 1752 y 1754 y lo curioso de esta edificación es que está constituida por una sola manzana e integrada por más de una veintena de viviendas al exterior, en cuyo patio interior se diseñó la plaza que hoy nos atañe. Estas casas fueron levantadas para albergar a los temporeros que trabajaban en las minas y que anteriormente se hacinaban en el resto de domicilios de la ciudad, aumentando el riesgo de epidemias y el índice de mortalidad.
Plaza de toros de Campofrío
La cofradía de Santiago Apostol, propia del municipio onubense de Campofrío, fue la que emprendió las obras de esta plaza en el año 1716, debido al fuerte arraigo de sus vecinos a esta tradición. Además, su arquitectura es un buen ejemplo del estilo urbanístico propio de la localidad y destaca por la sencillez de su conjunto y la distribución irregular tanto de los burladeros como de los accesos a las gradas. A esto hay que sumar el paisaje que le rodea, repleto de caseríos y un bosque de encimas, alcornoques y otras especies que proporciona un valor añadido a la ocasión.
Plaza de Toros de Campofrío (Wikimedia Commons)
Plaza de toros de Ronda
Esta plaza, propiedad la Real Maestranza de Caballería de Ronda, es una de las más monumentales y apreciadas por los taurinos. De hecho, es considerada una de las cunas de la tauromaquia moderna, surgida en el siglo XVIII. De estilo neoclásico, su construcción se inició en 1780 y, tras la suspensión temporal de las obras, finalizó en 1785 bajo las órdenes del ilustre arquitecto Martín de Aldehuela.
La familia Ordóñez, célebre dinastía de toreros rondeños, fue una de las responsables de su ascenso en el siglo XX, pues despertó el interés de grandes personalidades de la época como, por ejemplo, Ava Gardner, Orson Welles o Ernest Hemingway. Además, inauguraron la corrida goyesca de Ronda, uno de los festejos más importantes dentro del ámbito taurino.
La Maestranza
Aunque se desconoce la fecha exacta de su construcción, sí que hay datos de la presencia de una plaza de toros cuadrada en el Arenal de Sevilla en el año 1707, lugar donde actualmente reside este edifició histórico. Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España, La Maestranza ha recibido con aplausos y vitores a grandes figuras del toreo como, por ejemplo, Manolete, Morante de la Puebla, Curro Romero, Carlos Arruza y el inolvidable José Gómez "Gallito". Esto, sumado a su arquitectura de estilo tardo-barroco, la convierte en una de las plazas más importantes del mundo.
Plaza de toros de Sevilla (Bigstockphoto)La Misericordia
Conocida también como el coso Ramón Pignatelli, un ilustrado y político español, la plaza de Zaragoza es el segundo coso taurino de primera categoría más antiguo de España, pues fue construido en tan solo seis meses durante 1764. Además, fue la primera edificación de este tipo en instalar una cubierta. De estilo arquitectónico neomudéjar y con motivos de piedra en la portada principal, se trata también de una de las plazas más hermosas y monumentales de nuestro país.
Plaza de toros de Zaragoza (Bigstockphoto)