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El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha acordado en la reunión del pasado miércoles declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el manuscrito original del Diccionario Geográfico Popular de España, de Camilo José Cela Trulock (Iria Flavia 1916 – Madrid 2002). Esta obra que quedó inacabada al fallecer el autor reúne el mayor valor y singularidad, al ser uno de los pocos trabajos que existen del Premio Nobel de Literatura en su actividad como lexicógrafo.
Esta excepcional fuente primaria sobre la idiosincrasia de España y sus pueblos conforma una investigación sobre el origen de la toponimia y los dictados tópicos para la posterior elaboración del Diccionario Geográfico Popular de España, del que únicamente se publicó una primera parte en 1998 con el título Diccionario Geográfico Popular de España. Introducción a la dictadología tópica de España, el tomo quedó inacabado por su óbito. Se trata de un gran trabajo de indagación y estudio de material sobre la idiosincrasia de los pueblos, llegando a manuscribir 514 páginas. Un trabajo que inició hacia 1999 y en el que se mantuvo activo hasta 2002.
El manuscrito, que contiene entre 30.000 y 40.000 fichas, se estructura en cuatro bloques de estas piezas, agrupadas con un criterio alfabético en camisillas de folio doblado y manuscritas por Camilo José Cela. Cada ficha se refiere a uno o más lugares geográficos con apuntes sobre su toponimia. Además de los topónimos ligados al espacio geográfico, en ellas aparecen también anotaciones sobre la denominación oficial del lugar, información referente a topónimos históricos o populares y su origen, gentilicios; expresiones, refranes, cantares que aportan información del lugar. En algunos casos, el autor incluye información bibliográfica.
La dictadología tópica
Camilo José Cela sentó con este trabajo las bases de la dictadología tópica, disciplina bautizada así por el propio escritor, que incluía el estudio de la geografía, folclore y las diversas manifestaciones lingüísticas de tipo popular que guardaban relación con el territorio español.
Desde la década de los 70 había llevado a cabo colaboraciones relativas a la materia de dictados tópicos. La inclinación que siempre había mostrado por las manifestaciones lingüísticas de tipo popular, ya había quedado reflejada en sus obras Viaje a La Alcarria y Primer viaje andaluz. Fue en la década de los 70 cuando elaboró un modelo de encuesta común, dirigida a todos los pueblos, para la recogida de datos relativos a la localización geográfica, toponimia, gentilicios, apodos, locuciones y refranes.
Dada la dimensión del trabajo, Cela contó con la colaboración de Correos, recopilando, gracias a los carteros de toda España, entre 30.000 y 40.000 fichas, si bien, no todas venían cumplimentadas y otras muchas carecían de una información relevante. En su mayor parte, estas se conservan en la Fundación Camilo José Cela en Iria Flavia (A Coruña).
El escritor tenía proyectado el Diccionario Geográfico Popular de España con tantos volúmenes como comunidades autónomas, así como el dedicado a ciudades autónomas y constantes tópicos.
Camilo José Cela, un grande de la lengua castellana
Escritor y académico, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, recibió de su profesor de Literatura Contemporánea en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, el poeta Pedro Salinas, el primer aliento para decidirse a seguir su vocación por la literatura. Vocación que le llevó a cultivar casi todos los géneros literarios: novela, ensayo, relatos de viajes, poesía, artículos, memorias, lexicografía… Asimismo, creó y dirigió revistas literarias. Tuvo siempre un deseo constante de experimentación, dando como resultado más de cien títulos y traducciones a numerosos idiomas, mostrando un magistral dominio del lenguaje.
Desde la publicación de su primera gran obra, La familia de Pascual Duarte, hasta su muerte en enero de 2002, el autor de clásicos de nuestra literatura como La Colmena o Viaje a la Alcarria, fue académico de la Real Academia Española - ocupando el sillón Q-, senador por designación real en las primeras Cortes Democráticas, revisor de la Constitución Española, Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1987), el Nobel de Literatura (1989) y el Miguel de Cervantes (1995) entre otros muchos galardones y reconocimientos literarios. En 1996, en su 80 cumpleaños, el rey don Juan Carlos I lo nombró Marqués de Iria Flavia.
En la facultad de Filosofía y Letras de Madrid entró en contacto con los intelectuales de la época, entre ellos sus grandes amigos Alonso Zamora Vicente, María Zambrano y Miguel Hernández. Tras el estallido de la Guerra fue herido en el frente y hospitalizado. Antes, en plena contienda, había terminado su primera obra, el libro de poemas Pisando la dudosa luz del día. Desde entonces, y hasta su fallecimiento, creó más de 120 títulos: aproximadamente 50 obras de creación literaria de varios géneros; tres obras de teatro; adaptaciones literarias; artículos y ensayos, además de numerosas pinturas. La mayor parte de su legado intelectual y creativo se encuentra en la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela para su custodia, estudio y difusión.