'El oro de Klimt', una exposición inmersiva en el Pabellón de la Navegación de Sevilla

Gustav Klimt, pintor simbolista austríaco, paso a la posteridad como uno de los máximos representantes del movimiento modernista en Viena, gracias a una colección de obras que destacan entre la multitud por un estilo muy ornamentado, su predilección por el desnudo femenino o la energía sensual que transmiten la mayoría de sus trabajos.

Judit I, El beso o Avenida en Schloss Kammer Park son algunas de sus creaciones más significativas, que ahora se reunirán en el Pabellón de la Navegación (@PNavegacion) de la Cartuja de Sevilla para rendir un nuevo homenaje al artista, hasta el próximo 15 de diciembre.

Se trata de la ocasión perfecta para introducirse en el universo de Gustav Klimt, un imaginario capaz de hipnotizar y conquistar a cualquiera, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de la primera exposición inmersiva de producción española. Un formato que ha cosechado grandes éxitos gracias a la muestra Van Gogh Live, que ya ha visitado varias ciudades españolas para acercar al público la obra del célebre pintor neerlandés. Pero, ¿qué nos espera en esta ocasión?

Una exposición multisensorial

El oro de Klimt nos sumerge de lleno en un mundo de colores dorados y figuras femeninas, pero no del modo convencional a través de esculturas y cuadros enmarcados. En esta ocasión, las nuevas tecnologías unen sus fuerzas con la pintura, la música e incluso con el sentido del olfato para crear un espectáculo inmersivo y sensorial que no dejará indiferente a nadie.

Los asistentes podrán observar las obras de Klimt en gran tamaño y acompañadas por la música y las esencias aromáticas que le sirvieron como fuente de inspiración. En total, la exposición se divide en nueve salas y más de una veintena de pantallas que ofrecen toda la información necesaria para entender las inquietudes y los deseos del autor.

Además, incluye elementos interactivos y una curiosa illusion room que prometen elevar la experiencia a un nuevo nivel. Todo este trabajo es obra de la empresa Nomad Art, especializada en efectos especiales, shows de láser o mapping de grandes dimensiones. La misma tecnología que emplearon para dar vida a Van Gogh Live y que con esta muestra podría revolucionar el futuro del sector museístico.