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El escritor Luis Sepúlveda ha fallecido este jueves 16 de abril en el Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), en el que había sido ingresado debido a la enfermedad del coronavirus, según han informado a Europa Press fuentes cercanas al autor chileno.
El escritor se contagió hace más de un mes y fue diagnosticado positivo a su vuelta de un festival literario en Portugal. Según un comunicado de la Dirección de Salud del Gobierno de Portugal emitido el 1 de marzo, Sepúlveda estuvo en el norte de Portugal del 18 al 23 de febrero en un festival literario, presentando el inicio de los síntomas el 25 de febrero.
En aquel comunicado, no obstante, la Dirección de Salud del Gobierno de Portugal señalaba que informaciones posteriores apuntaban la existencia de síntomas durante su estancia en Portugal. Las autoridades lusas llegaron a pedir a todas las personas que estuvieron en contacto con Sepúlveda que informasen de su situación.
El escritor fue el primer caso registrado en Asturias por el nuevo coronavirus que causa la enfermedad Covid-19. El autor se mantuvo estable dentro de su gravedad, tras llegar al HUCA el día 29 de febrero, día en el que se activó el protocolo por la enfermedad. Había acudido previamente a un centro privado de Gijón donde se le diagnosticó una neumonía sin precedentes. Su esposa, que también estuvo ingresada, dio negativo por Covid -19.
Luis Sepúlveda nació en Ovalle (Chile) en 1949. En 1993 Tusquets Editores empezó la publicación de su obra con su novela 'Un viejo que leía novelas de amor', traducida a numerosos idiomas y llevada al cine con guion del propio Sepúlveda, dirección de Rolf de Heer y con Richard Dreyfuss como protagonista.
Le siguieron 'Mundo del fin del mundo', una obra entre la investigación y la denuncia; 'Nombre de torero', su particular novela negra; 'Patagonia Express', un libro de viajes; los volúmenes de relatos: 'Desencuentros', 'Diario de un killer sentimental', seguido de 'Yacaré' y 'La lámpara de Aladino'.
Su novela más reciente, 'El fin de la historia', significó el retorno de Sepúlveda al protagonista de 'Nombre de torero', Juan Belmonte, con una investigación a la manera de Chandler. Esta su última novela se trata de un libro que se inspira en un hecho real para volver la mirada a las terribles consecuencias de la dictadura de Pinochet en Chile.
El escritor explicaba en una entrevista con Europa Press el año de la publicación de este libro que no aspiraba a "cambiar el mundo" con esta novela porque "ningún libro lo hace". "A la literatura hay que despojarla de mitos, porque se habla de muchas gilipolleces como el papel del escritor, y el único papel que tiene es el de contar buenas historias. Solo los ciudadanos cambian el mundo", añadía.
Tusquets Editores también publicó sus fábulas con animales 'Historia de un perro llamado Leal', 'Historia de un caracol que descubrió la importancia de la lentitud' e 'Historia de una ballena blanca'. A ellas se suma ahora 'Historia de Mix, de Max y de Mex'. Desde la editorial se ha lamentado profundamente la muerte del escritor.
Escolta de Salvador Allende
Hijo de una enfermera mapuche y de un militante comunista, en sus años de juventud, Sepúlveda militó en el Partido Comunista de Chile y, tras ser expulsado, se afilió a la fracción del Partido Socialista llamada Ejército de Liberación Nacional.
Trabajó en el departamento cultural en el gobierno de Salvador Allende, donde se encargaba de difundir clásicos en ediciones populares, y llegó a ser uno de sus escoltas personales. Tras el golpe militar de Pinochet en 1973, Sepúlveda fue víctima de las torturas de la dictadura y estuvo encarcelado durante dos años y luego en arresto domiciliario tras una intervención de Aministía Internacional.
En 1977, salió del país y pasó por varios países lationamericanos, como Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Ecuador. En 1979, participó en la Revolución Sandinista que puso fin a la dictadura de los Somoza en Nicaragua. Más tarde, viajó a Alemania y trabajó como periodista y fue coordinador en Greenpeace. Residía desde 1997 en Gijón (Asturias), donde fundó el Salón del Libro Iberoamericano de Gijón, que se celebra todos los años durante la segunda semana de mayo.