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Un estudio, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha demostrado que la espada prehistórica hallada en Mallorca en septiembre de 2019 no fue utilizada como arma.
Según ha informado el CSIC, en septiembre de 2019 un equipo de investigadores localizó una espada prehistórica durante trabajos de excavación en el talayot del Serral de ses Abelles, en la localidad de Puigpunyent (Mallorca).
Los estudios que siguieron a este hallazgo fueron desarrollados por el equipo científico liderado por Pau Sureda del Incipit-CSIC, con participación de la Universitat de les Illes Balears (UIB), la Universidad de Granada y el Museo Arqueológico de Deià, y acaban de ser publicados en la revista científica Journal of Archaeological Science-Reports. La investigación ha sido financiada con fondos del Ayuntamiento de Puigpunyent y la Agencia Gallega de Innovación (GAIN) de la Xunta de Galicia.
El estudio ha aportado información esencial para entender estos objetos como elementos emblemáticos, más que como armas funcionales, y los ha contextualizado dentro de las sociedades baleares de finales de la Edad de Bronce y las rutas comerciales más amplias del Mediterráneo Occidental.
Gracias a los métodos de análisis usados en el estudio -carbono 14, fluorescencia de rayos X, radiografía, tests de metalografía y microdureza, etcétera- se ha podido datar por primera vez uno de estos objetos, además de aportar información para entender el proceso de fabricación de esta espada, su funcionalidad, su trascendencia social, así como aspectos relacionados con la procedencia de los minerales de cobre utilizados.
Un ayazgo insólito en un yacimiento talayótico
Para el CSIC, el hecho de que, durante la campaña de restauración del yacimiento talayótico del Serral de ses Abelles en septiembre de 2019, se desenterrara una espada balear perfectamente conservada constituyó un hallazgo excepcional.
Esta consideración por parte de los investigadores se debe a que solo se conocen 19 espadas similares -incluyendo la del estudio- y la mayoría están fragmentadas y, o bien, aparecieron sin un contexto arqueológico asociado.
Conclusiones del estudio
En cuanto a las principales conclusiones de la investigación, hay que destacar que la espada no era funcional como arma pues no fue trabajada para su endurecimiento ni tampoco sus filos fueron preparados.
Los análisis de composición química e isotópica han arrojado que esta espada prehistórica se produjo en bronce posiblemente en la isla de Mallorca, siguiendo los modelos locales y utilizando para ello dos coladas metálicas con cobre procedente de Linares (Jaén), aleadas con distintas cantidades de estaño en función de intereses tecnológicos del metalurgo prehistórico. Además, a través de radiografías -muchas realizadas en el Hospital Son Llàtzer de Palma- se ha observado que se compuso a partir de dos piezas posteriormente ensambladas con tres remaches.
El estudio detallado del contexto de aparición de la espada ha permitido, asimismo, comprender que posiblemente se encontraba en un lugar elevado del edificio y que apareció ya amortizada y asociada a los niveles de derrumbe de la cubierta de un talayot durante un incendio. Las dataciones radiocarbónicas (C14) realizadas permiten situar dicho evento con posterioridad a 793 antes de Cristo.
Finalmente, hay que apuntar que la aparición de espadas baleáricas se circunscribe a un momento muy concreto de la prehistoria balear, y aparentemente concentrado en Mallorca. Dicho momento, a finales de la Edad de Bronce, es considerado un periodo asociado a importantes transformaciones sociales en el conjunto del archipiélago.
El hallazgo de esta espada en un lugar destacado del yacimiento ha permitido sugerir a los científicos que esta jugó un papel de objeto emblemático en el contexto de las sociedades talayóticas de Mallorca.