La pintora española Arantzazu Martínez inauguraba el pasado 27 de junio su exposición en la sala LBK99 de Madrid (@lbk.99), con la que es posible, según las palabras del presidente del Instituto de Cooperación Internacional, José Ramón Calvo Fernández, "apreciar el talento, la técnica y la imaginaciónsumada a la fantasía que caracteriza a Arantzazu".
"Cuando una mañana de hace algunos años, Arantzazu vio en su correo un mail de Lucas Film, pensó que estaba ante un correo de spam o el envío de algún amigo bromista. Pero no… luego de hacer las pertinentes comprobaciones resultó ser un mensaje del mismísimo George Lucas, quien habiendo visto su obra vinculada al realismo mágico, quería encargarle un cuadro con una temática que tuviera relación con la Guerra de las Galaxias para un libro conmemorativo que estaban haciendo, Star Wars Visions. Cuando vio el resultado final, ese cuadro, Rancor, pasó a formar parte de la galería de arte del famoso director y productor cinematográfico", recuerda.
Esta no es la única anécdota que Arantzazu puede contar. Sus cuadros han conseguido formar parte de algunas de las más ilustres colecciones privadas, sobre todo en Estados Unidos. Un ejemplo de ello es el cuadro que el multimillonario Malcom Forbes pidió pintar a un selecto grupo de jóvenes artistas, entre los que se encontraba Arantzazu. Durante un verano, los jóvenes pintaron en su castillo de Balleroy, en Normandía, resultando ser el de Arantzazu uno de los elegidos. "Claramente impresionó al magnate como ha impresionado en tantas ocasiones a los que han tenido la oportunidad de ver la fantasía mezclada con la realidad maravillosa que sale de los pinceles de Arantzazu", explica José Ramón en una nota de la sala de exposiciones LBK99.
A lo largo de su carrera, Arantzazu ha recibido numerosos premios internacionales. "Sigue sorprendiendo con todas y cada una de sus obras, en las que muestra, además de la técnica que la ha convertido en la muy cotizada pintora que es hoy en día, una sensibilidad especial para tratar el cuerpo humano, sus texturas, sus proporciones, esas miradas que consigue plasmar y que muchas veces podrían parecer que son más propias de la realidad que de una pintura", añadía el presidente.
Una artista "comprometida con la vida"
Igualmente, José Félix Bentz, presidente del Real Círculo Artístico de Barcelona, alababa el trabajo de la artista vitoriana que ha conseguido "despertar nuestras emociones de forma excepcional, enmarcado en un íntimo y singular romanticismo. Al mismo tiempo, sus obras nos brindan una serie y variado abanico iconográfico que va desde los motivos más oníricos y mágicos hasta los valores más trascendentales y significativos a través de una ejecución técnica admirable e incontestable, y con una puesta en escena impecable que brota de su magistral y magnífica paleta".
Hablaba a su vez de la "infinidad de interpretaciones plásticas y conceptuales, incluso neo-metafísicas" que podemos encontrar en sus obras. "Lo que sí es cierto, es que Arantzazu consigue comprometerse en una amalgama de emociones, confeccionando un rico y colorista lenguaje plástico que garantiza la confluencia de pluralidad de lecturas. Su pintura se muestra vinculada estrechamente al contexto vital de su personalidad, presentada en telas de gran tamaño copiosas de calidad y con una fuerte carga de pasión".
"El grafismo y el color son elementos indispensables", continúa explicando, "y necesarios que se combinan seductoramente en diferentes variaciones similares y disímiles". Con todo ello, lo que queda es una "obra viva, ardiente, sincera, y al mismo tiempo profunda y de gran ambición conceptual, huyendo de los elementos narrativos superfluos, concentrándose en el pensamiento estructural más puro, más absoluto, en definitiva, más creativo e íntegro".
Bentz señala que la artista consigue que su obra parezca estar llena de vida, fresca y con la sensación de estar recién pintada, independientemente de que la figura que esté representando se enmarque en un paisaje quimérico o fantástico. Es en esta línea de trabajo en la se encuentran "las bases principales de su conocimiento. La capacidad en captar y transmitir la psicología de sus personajes, representados de forma gestual con el trazo del dibujo coronado con una dinámica y excepcional paleta, proporcionando una obra trascendental, matizada y suavizada por una elegante distinción, produciendo de esta manera un perfecto equilibrio en el resultado final de la composición. De esta manera, se consagra una pintura resultante de un cuidadoso filtro de su intelecto provocando el despertar de sensaciones quiméricas entre el público en general, obteniendo así una relación directa y plural entre la artista y el espectador".
Otra de las bases que Bentz destaca se encuentra en "el estudio e interpretación de la libertad, de la verdad, de la vida y de las diferentes inquietudes, ya sea a través de la gestualidad gráfica, así como en la representación de las emociones que plasma". Y añade: "De su intuición brota una reflexión social ofreciéndonos una obra llena de contenido, de sensibilidad, pero dotada de gran personalidad. Una vida dedicada al arte, a sus pinceles, desnudándose ante nosotros y presentándonos con generosidad, su pasión, su amor, su felicidad. Sus obras hablan por sí mismas y nos regalan un valor tan preciado y escaso en nuestros días como es el amor por la vida, su romanticismo y, por encima de todo, nos transmite su implicación y responsabilidad en ofrecernos la capacidad de soñar, de imaginar, de sentir".
Todos estos elementos, conforman, a su parecer, a una artista "comprometida con los valores y pilares de la humanidad como son la pasión, las ilusiones, el amor, en definitiva, comprometida con la vida", concluye.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.