Lidia Lozano
Cultura
Gran Vía 15, el nuevo museo que quiere ralentizar la vida madrileña
La primera exposición estará disponible hasta noviembre
El escaparate en el que hasta hace no mucho -y desde 1917- los viandantes madrileños se paraban a contemplar las joyas de Aldao, los joyeros de la Casa Real, ahora está lleno de colores. Tras esos cristales de un local de la Gran Vía, un nuevo museo de arte contemporáneo que se estrena con la exposición monográfica 'Walking Life' del artista Okuda San Miguel.
Con el MoMA de Nueva York como principal influencia, Gran Vía 15 abre sus puertas para mostrar al público obras de arte a la venta -asequibles a todos los bolsillos-, colecciones, cápsulas de ropa, papelería, productos gourmet... El director del museo, Nacho Blumen, lo define como "un espacio cuya herencia cultural es historia de Madrid, un emplazamiento histórico que fue durante más de un siglo sede de la prestigiosa Joyería Aldao, que fue uno de los comercios más longevos en estar presentes en la Gran Vía".
Detrás de un telón negro aparece la muestra que, en principio, estará expuesta durante seis meses. Está compuesta de unas 20 obras, "la mayoría escultóricas, de un tamaño más que interesante". Además, hay una zona audiovisual y otra "muy especial, en la parte de la cámara, donde puede verse un recorrido por la trayectoria vital del artista", señala el director.
Estar en Gran Vía, "un sueño hecho realidad"
La elección del lugar es "un sueño hecho realidad", en palabras de Blumen. La Gran Vía de Madrid "es la arteria más transitada de la capital, la calle más efervescente; y nos gustaría darle un poco de slow life, que la gente pueda parar a disfrutar, a invadirse de creatividad y a pasar un rato tranquilamente", añade. "Queremos aportar una nueva opción de museo, una nueva manera de disfrutar de las instalaciones en las que buscamos que los visitantes se sientan parte del espacio", añade.
Casi 700 metros cuadrados en los que se dan cita colectivos de distintas profesiones, desde los que se dedican a la gestión cultural, el mundo del arte, de la moda o del consumo, que trabajan en conjunto para ofrecer "otra manera de aproximarse al mundo del arte contemporáneo". Pero lo que más llama la atención es que mantenga partes de la antigua joyería y que abra al público algunas que nunca se habían visto como las cámaras acorazadas y otras cámaras dentro de las mismas donde se debieron guardar las joyas más preciadas.
"Hemos intentado respetar todo lo posible, todo lo original. Hay algunas cuestiones que además están protegidas por Patrimonio, pero nos parecía importantísimo que estuviesen presentes porque se pueden disfrutar: las molduras, los suelos, los mármoles, los muebles de la parte de abajo, la propia cámara", ha subrayado Blumen. La entrada general tiene un precio de 15 euros (12 euros la reducida), aunque se puede acceder de manera gratuita a la tienda en un horario de lunes a domingo de once de la mañana a nueve de la noche.