Carlos Losada
Cultura
Historia de la radio en España, fiel compañera de nuestras vidas
Cada 13 de febrero se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Radio
El 13 de febrero es el Día Mundial de la Radio en todo el mundo, tal y como lo resolvió la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en el año 1946. “Los objetivos de la jornada son concienciar al público y a los medios de comunicación acerca de la importancia de la radio, alentar a los encargados de tomar decisiones a crear y ofrecer acceso a la información a través de la radio; así como mejorar las redes y la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión”, explican en la propia ONU.
Sin embargo, es probable que nuestros lectores no tengan que concienciarse del valor de este medio de comunicación, pues ha sido una fiel compañera durante todas sus vidas. La radio siempre ha estado ahí, entreteniéndonos, informándonos y acompañándonos en todo momento; escuchando los informativos mientras desayunamos, disfrutando de sus tertulias cuando estamos al volante, “viendo” los partidos de fútbol los domingos por la tarde…
La radio en España
El idilio de España con la radio comenzó al inicio del siglo XX. Consciente del poder que suponía un medio de comunicación de estas características, el gobierno se reservó su monopolio. Después de unos años de desembarco, la primera emisora que se puso en marcha en nuestro país fue Radio Ibérica, que nació cuando la Compañía Ibérica de Telecomunicación y la Sociedad de Radiotelefonía Española se fusionaron en 1923. Además, un año después surgieron las primeras estaciones de telegrafía sin hilos, o lo que es lo mismo, estaciones de radio: primero en Barcelona (EAJ-1) y después en Madrid (EAJ-2).
En la década de los 20 también aparecerían las primeras iniciativas radiofónicas privadas, como fue el caso de Unión Radio, que después se convertiría en la cadena SER (Sociedad Española de Radiodifusión) que todos conocemos a día de hoy.
Un arma de propaganda
El conflicto armado que vivió la sociedad española en los años 30 provocó que la radio se usara como medio propagandístico. Tanto el bando rebelde liderado por Francisco Franco, como el republicano, no dudaron en llegar a los ciudadanos utilizando la radio, donde lanzaron soflamas de todo tipo para ganar gente a la causa. De hecho, en 1937 se creó Radio Nacional de España (RNE) en la zona controlada por los rebeldes.
Estas actividades llegaron a su fin tras la Guerra Civil. De hecho, el gobierno franquista, sabedor de la influencia que podía ejercer la radio, decidió controlarla por completo, eliminando durante toda la dictadura cualquier atisbo de libertad informativa más allá del famoso parte al que todas las cadenas se debían conectar.
Compañera en los momentos más complicados
A pesar de todo, en los años 40 y en las décadas que les siguieron, la radio se convirtió -al menos hasta la llegada de los televisores a la mayoría de los hogares españoles- en el mayor entretenimiento de muchas familias. Contar con un aparato de radio suponía tener un contacto con la actualidad, con un mundo en el que la voz de locutores míticos como Matías Prats o Bobby Deglané era casi religión. Nadie como aquellos radiofonistas para narrar acontecimientos deportivos, taurinos, musicales o de cualquier otra índole.
Europa PressLa improvisación y la creatividad con escasos medios eran una constante en la radio de posguerra, donde era posible desde escuchar las canciones de Estrellita Castro, Conchita Piquer, Luis Mariano, Juanito Valderrama o Antonio Molina entre otros muchos, hasta obras teatrales en El Teatro del Aire o El Teatro Invisible, el famoso Consultorio de Elena Francis o seguir los primeros seriales radiofónicos que engancharon a miles de personas.
Estos se convirtieron en uno de los mayores atractivos en los años 50, con títulos ya míticos como Matilde, perico y periquín, La segunda esposa, Diego Valores, El Coyote, Dos hombres buenos y, sobre todo, Ama Rosa, quizás el más famoso de todos. Luego ya vendrían otros con toque humorístico y que acompañaron a los oyentes durante décadas, como fue el caso de La familia Porretas.
Asimismo, con la llegada de la Frecuencia Modular (FM) también hubo hueco para los primeros programas musicales, los cuales vivirían su apogeo a partir de los años 80, atrayendo a un público más juvenil. Destacaron Los 40 Principales (aún siendo líderes), Los Populares, Los Peleones, Discofilia… con figuras como el eterno Joaquín Luqui tras el micrófono.
Los40.comFin de la dictadura
Como hemos apuntado, la mayoría de ellos surgió tras la dictadura, aunque el hecho más importante después de la muerte de Franco fue la posibilidad de que cada cadena radiofónica pudiera crear y emitir sus propios informativos. Ya no era necesario conectarse al parte gubernamental, sino que comenzaba a vislumbrarse la libertad de prensa. Nombres como Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo, Encarna Sánchez o José María García se convirtieron en estrellas de una radio que aún tenía (y tiene) mucho que decir, a pesar del peso que fue ganando la televisión.
A día de hoy, sigue siendo esa compañera fiel que nos acompaña allá donde vayamos, ya sea escuchándola en un viejo transistor, en el coche o en cualquier dispositivo tecnológico conectado a Internet. ¡Larga vida a la radio!