65ymás
Las esculturas de Jaume Plensa (Barcelona, 1955) tienen "un perfume que las une", el del amor por la palabra y la literatura que durante 40 años de trayectoria ha impregnado sus obras. Ahora, en un momento histórico convulso, el creador confiesa que intenta "fabricar silencio en una época ruidosa".
El autor está convencido de que "el poeta es el alma de una sociedad" y de que, como decía uno de los escritores que le ha "educado" a lo largo de su vida, el valenciano Vicent Andrés Estellés, el poeta "debe estar siempre en vigilia" y "no puede dormir en la larga noche de su pueblo" porque es "responsable de la realidad de su comunidad".
Así lo ha expresado el propio artista durante la presentación en la Fundación Bancaja de València de una de las mayores retrosprectivas de su obra hasta el momento, la exposición 'Jaume Plensa. Poesía del silencio', que toma como hilo conductor la influencia de la literatura en su producción. En el acto han participado también el presidente de la fundación, Rafael Alcón, y el comisario de la muestra, Javier Molins.
🎨 🗣Hoy el presidente de la @fundacionbancaja, Rafael Alcón, el artista Jaume Plensa y el #comisario de la #muestra, Javier Molins, han presentado la #exposición “Poesía del Silencio”con cerca de 100 piezas del #escultor. pic.twitter.com/4GBthO8KVR
— Fundación Bancaja (@FundacionBcja) November 24, 2022
Plensa ha hablado de sus influencias literarias --con sus cuatro 'patas' en William Shakespeare, Baudelaire, Dante y Blake, pero con mención especial a Estellés--; de su visión sobre las letras en su sentido más primario; de su "preocupación por un ruido mediático enorme de mensajes que no son útiles" o de su admiración por el papel de la feminidad y las mujeres en la sociedad y la cultura.
Unas inquietudes que se dejan ver en la selección a través de cerca de un centenar de piezas "íntimas" y datadas entre 1990 y la actualidad, algunas inéditas para el público y creadas durante el confinamiento, otras 'viajeras' como la icónica 'Together' (2014) expuesta en la Bienal de Venecia de 2015 y que no se ha exhibido desde entonces. Una mano de acero inoxidable que estuvo en la Abadía de San Giorgio Maggiore, pero no hace alusión a la religión, sino a "la espiritualidad que puede unirnos a todos".
Plensa recibe al visitante desde la misma calle, en la plaza Tetuán, con 'White Nomad (2021), una figura humana de más de cuatro metros de altura compuesta de letras y caligrafías de diferentes alfabetos. En sus propias palabras, "un homenaje a la diversidad" y una llamada a tender "puentes entre distintas personas y culturas".
Para entrar en su exposición, se debe traspasar una cortina de letras hecha de poemas del 'Cantar de los cantares'. "Siempre me ha parecido que las letras delante de una pared blanca es como si estuvieran a punto de ser fusiladas", ha confesado Plensa, que siempre se pregunta cómo pueden ser por detrás o por un lado y quiere "librarlas de esa prisión blanca que es el papel". A la vez, la pieza es un homenaje a su madre y a cuando la acompañaba en Barcelona a las tiendas y, mientras ella compraba, él se quedaba jugando con las cortinillas de colores de las puertas.
Una vez dentro, el visitante se topa con 'Rui Rui's Words' (2021), un rostro femenino suspendido del techo que se lleva la mano a la boca para pedir silencio, no para no dejar hablar, matiza Plensa, sino porque está "preocupado porque hay un ruido mediático enorme de mensajes que no son útiles" mientras "estamos de nuevo en una guerra en Europa", el mundo está en un "estado de ánimo horrible" y la naturaleza en un peligro "terrible".
"Intento fabricar silencio en una época ruidosa", ha precisado el escultor, que cree que "nos llegan tantos mensajes que no son importantes que no nos dejan escuchar la vibración de nuestro cuerpo y nuestros pensamientos". En silencio, "descubrimos que tenemos una vida interior y nadie nos ha hablado de ella"; en los colegios nos enseñan las fronteras "y de repente la geografía cambia", pero "tú sigues siento el mismo". "Me gustaría hablar de nosotros", nos daría una riqueza a la sociedad extraordinaria", ha opinado, antes de advertir que "cuando desaparece una persona es como si desapareciera una biblioteca o una filmoteca, es irrecuperable".
"El mundo necesitaría una actitud más femenina"
Además, al repasar las piezas de esta exposición, ha admitido que siempre hace retratos de mujeres, "pero no por la mujer en sí, sino por lo femenino".
"El mundo necesitaría una actitud más femenina. Los hombres somos un accidente simpático, pero un accidente", y la mujer "tiene la capacidad de crear vida pero, sobre todo, de atesorar, conservar y transmitir la memoria. Todas las culturas basadas en la mujer tienen una vida mucho más enriquecedora que las que están basadas en un hombre", ha considerado.
En esta línea, en el recorrido también hay piezas de pequeño formato con palabras inscritas en consoladores, figuras fálicas y referencias a Freud, con quien Plensa no obstante no oculta su "enfado" porque no cree sus ideas "en absoluto". Su foco en el genital masculino "siempre me ha parecido horrorosamente despreciable porque es un malentendido", ha aseverado.