Joaquín Sorolla y Esteban Vicente, dos artistas 'a la luz' de sus jardines

Pocos lugares hay más inspiradores que un jardín. Su luz, su color y su vitalidad inundan una nueva exposición de dos de los artistas más internacionales de finales del siglo XIX y principios del XX, Joaquín Sorolla y Esteban Vicente. Su pasión por la naturaleza y el arte les llevó no solo a pintar jardines en sus lienzos, sino a cultivarlos en su propia casa. Una selección única de obras, fotografías y correspondencia de ambos pintores recogidas en la muestra A la luz del Jardín que se podrá visitar hasta el 2 de octubre en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia (@MEstebanVicente) y tendrá acceso gratuito. Ésta contará con otra muestra "espejo" en el Parrish Art Museum de Nueva York que se podrá visitar desde el 7 de agosto al 16 de octubre.

"La exposición pone de manifiesto la relación directa de una importante selección de obras del expresionista Esteban Vicente con el jardín de la pequeña granja que compró en 1964 en Long Island (Estados Unidos). Al mismo tiempo, se hace eco de la tradición, surgida a finales del siglo XIX, en la que varios artistas no solo pintaron jardines, sino que crearon el suyo propio, lo cuidaron y lo convirtieron en su principal fuente de inspiración. El máximo exponente en España de esta tradición lo encontramos en el impresionista Joaquín Sorolla, con el que esta muestra plantea un guiño relacional, a partir de una pequeña selección de obras", tal como ha señalado la comisaria de la exposición y directora del museo segoviano, Ana Doldán de Cáceres en la inauguración de la muestra.

EN DIRECTO: Inauguración de la exposición de Sorolla y Vicente en @MEstebanVicente de Segovia: "La supuesta fragilidad del mayor, en el caso de Vicente no es tal, ya que demuestra hasta el final, mucha fuerza y vitalidad" dice la comisaria de 'A la luz del jardin' pic.twitter.com/Q2LMrDo5Hq

— 65YMÁS (@65ymuchomas) June 23, 2022

'Paraísos' particulares

El jardín que rodea el palacete de Joaquín Sorolla en el entonces Paseo del Obelisco, hoy paseo del General Martínez Campos 37 de Madrid, también tiene su reflejo en la exposición. Lo hace a través de obras emblemáticas de colecciones de instituciones públicas y privadas que tienen el jardín como protagonista. "Un espacio donde arte y naturaleza se funden y convierten este paraíso particular en un lugar de inspiración y retiro, pero también en una obra de arte en sí misma". 

Pero también a través de una selección de fotografías y correspondencia que el artista valenciano mantenía con su esposa Clotilde sobre el cuidado de plantas y flores. Tal como explican los comisarios de la exposición, "ante las constantes ausencias del artista para atender sus compromisos profesionales, Clotilde fue el motor del hogar, pues tuvo que encargarse de todas las cuestiones familiares y la administración de la casa". También musa del pintor a quien retrató con los jardines de fondo hasta que en 1920, con 57 años, Sorolla sufre una hemiplejia que le dejó imposibilitado, muriendo tres años después en Cercedilla, Madrid. 

Vicente, un artista longevo

Como ejemplo de la impronta que dejó uno de estos 'edenes' particulares, Andrew Stein, presidente de The Harriet and Esteban Vicente Foundation comparte con 65YMás sus recuerdos de infancia junto al artista segoviano y su mujer hace 40 años. "Ellos no tenían hijos, pero mi hermana y yo éramos como sus nietos y pasé allí algunos de los mejores momentos de mi vida", explica Stein. "Como niño no era capaz de apreciar ese privilegio de pasar horas allí con gente tan impresionante, pero ahora sí. Ahora veo que ese jardín, hecho con amor, es un gran logro".

Stein pasó los últimos años de la vida de Vicente junto a él y se emociona al ver que la exposición contiene algunos de los últimos cuadros del artista abstracto a los 97 años. "Hay que recordar que Esteban fue un pintor especialmente longevo y sorprende que al final de su vida, lo que más destaca es que esa supuesta fragilidad de la persona mayor, en su caso no es tal. Todo lo contrario, es destreza, una vitalidad y fuerza. Y yo creo que eso se consigue por todos esos años que le dio la vida de más y que le permitió seguir buscando la esencia de la pintura" opina la comisaria de la exposición.