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Sigue sin cesar la tormenta que estos días descarga sobre el CNI. El escritor Lorenzo Silva, quien publica nuevo libro de relatos 'Nadie por delante' (Destino), ha asegurado que el CNI "no es una banda de matados o indocumentados", a raíz de las últimas noticias relacionadas con el servicio de inteligencia español y la destitución de su responsable, Paz Esteban.
"No soy experto en este tema, aunque he hablado con gente del CNI y alguna cosa sé. Por ejemplo, sé que en operaciones muy delicadas en las que otros servicios de información no tenían recursos buenos sobre el terreno han recurrido al CNI", ha señalado en una entrevista con Europa Press el escritor madrileño.
Silva ha reiterado que, pese a que este último revuelo mediático puede suponer un "descrédito" en un principio, el CNI "seguirá teniendo buen cartel". "Es verdad que es de público conocimiento algún fracaso reciente, como los días previos al referéndum del 2017 en Cataluña, pero también cometen errores la CIA o el Mossad, por ejemplo", ha apuntado.
Respecto al cese de Sanz, asegura que "falta información", pero si el espionaje se hizo "a partir de indicios concretos" a personas con "conexiones con grupos que estaban en acciones violentas o de grave repercusión para España", se "cumplió con el deber". "Si no es así, estarán bien cesados, pero si cesan por cumplir el deber, habría que explicarlo muy bien", ha señalado.
En 'Nadie por delante', Silva relata con una mezcla de realidad y ficción episodios del Mando de Operaciones Especiales (MOE) en misiones en lugares como Irak o Afganistán. El autor considera que España "ha vivido muy de espaldas" a este tipo de participación militar española en el exterior.
"En los años 90 se generó una especie de ilusión de que la Historia se había acabado, quizás porque no había choque de potencias, pero la realidad es que los conflictos han seguido y todo saltó en pedazos con el 11-S. No es que no haya habido un solo segundo sin guerra, sino que España ha estado todo este siglo XXI implicada en ellas", ha resaltado.
De hecho, el conflicto en Irak se ha cobrado una decena de vidas de soldados españoles y en Afganistán se han superado las 100 muertes de militares de nacionalidad española. "La guerra siempre es un mal que habría que hacer lo imposible por evitar, pero si no queda más remedio, hay que hacer un esfuerzo para explicar los motivos de ir: hay un coste de vidas que hay que estar en condiciones de defenderlo", ha lamentado.
De hecho, Silva no confía en que esas misiones se califiquen únicamente como 'humanitarias', tal y como ha ocurrido en alguna ocasión. "Es verdad que hay misiones de reconstrucción, pero suelen ser en un país con insurgencia armada que ataca tropas internacionales: en un país en guerra, tienes que enviar a gente armada y probablemente tendrán que utilizar sus armas", ha defendido.
Ucrania, la guerra "sofisticada y rudimentaria"
Por último, respecto a la invasión de Ucrania, ha indicado que se están produciendo imágenes "raras" no vistas antes. "Estamos viendo la guerra del siglo XXI más avanzada, con drones que localizan a generales rusos cuando llaman a su mujer por la noche y los fulminan, junto a otro tipo de guerra más rudimentaria, con aviones que vuelan rápido y sueltan bombas donde sea. Es raro que todo eso sea posible en el mismo lugar y en el mismo segundo", ha añadido.
También considera que el hecho de la cercanía con Ucrania "tiene influencia en relación a la consternación que produce" el conflicto en Occidente. "Llevamos todo el siglo viendo ciudades destruidas o civiles muertos, pero mucha gente parece que ha visto ahora que el orden internacional es precario, la seguridad no existe y las amenazas bélicas son reales", ha concluido.