Cultura

Luisa Villar: "Un escritor nunca se jubila. Si la cabeza me sigue dando historias, escribiré"

Beatriz Torija

Domingo 2 de febrero de 2025

11 minutos

La escritora, de 75 años, recibe el Premio Honorífico por su dedicación a la literatura infantil

Luisa Villar: "Un escritor nunca se jubila. Si la cabeza me sigue dando historias, escribiré"
Beatriz Torija

Domingo 2 de febrero de 2025

11 minutos

Considerada la ‘Dama del Misterio de la Literatura Infantil y Juvenil Española’, Luisa Villar Liébana (1950) ha publicado más de 70 libros para niños y jóvenes, de misterio policiaco y detectivesco. 

Acaba de recibir el Premio Honorífico a la labor de toda una vida dedicada a la literatura infantil en el marco de los Premios Torre del Agua 2025, en la VIII edición del Festival Internacional de Literatura Infantil y Juvenil Tres Cantos (FestiLIJ3C). Son considerados los Goya de la literatura infantil y juvenil. Su mérito es enorme: ha conseguido aficionar a la lectura a generaciones de niños y jóvenes. A sus 75 años, Luisa Villar sigue incombustible. Dedica una buena parte de su tiempo a promover el amor por la literatura y sigue escribiendo. Lejos de retirarse, la autora tiene grandes historias que contar, y muchos proyectos en mente.

PREGUNTA.- En primer lugar, enhorabuena por ese premio honorífico a la dedicación a la Literatura infantil y juvenil. ¿Cómo lo ha recibido? ¿Le emociona que le reconozcan el trabajo de toda una vida?

RESPUESTA.- Sin duda. Desde luego es un premio muy bonito. Y si, es verdad que es un premio diferente que te hace reflexionar acerca del tiempo que ha pasado, cómo ha pasado este tiempo y las cosas que han sucedido, tanto en el ámbito personal como en el literario, también en el mundo de la literatura. Pero como premio en sí mismo, ha sido una sorpresa muy bien recibida. Es un premio muy bonito para mí.

P.- Todos los premios son bien recibidos… también los que dan los propios lectores. ¿Algún adulto alguna vez le ha dado las gracias por un libro que haya leído de niño o niña y que le haya marcadado?

R.- Si. La primera vez fue una sorpresa para mí. Fue una alumna de magisterio, de Alcalá de Henares, creo recordar. Había hecho un ejercicio en la Facultad de Ciencias de la Educación sobre qué libro le había influido de pequeña. Me escibribió una carta contándome que cuando era muy pequeña había leído ‘La primavera Vicky’, que es un libro sobre la primavera para niños pequeños en el que Vicky, la primavera, está un poco loca… ahora aparece aquí una lluvia, después el sol. Es un libro escribí hace mucho tiempo. En su carta me decía que se había identificado tanto con la primavera Vicky, que siempre había tenido ese libro guardado y, de vez en cuando volvía sobre él aun siendo ya mayor, y que por eso lo había elegido para su ejercicio de universidad. Es una carta muy bonita que guardo.

Después me ha vuelto a ocurrir, con otros estudiantes de magisterio y también con padres y madres, cuando voy a algún centro escolar o cuando estoy en algún encuentro literario. Hay niños que me dicen ‘mi mamá leyó este libro y me ha dicho que se lo vuelva a firmar’, y me trae un libro dedicado de hace muchos años, para que se lo vuelva a firmar. Me pasa con relativa frecuencia.

P.- ¡Qué bonito!

R.- Si, para mí es una alegría inmensa. O cuando sales del aula después de una actividad, y que haya alguna mamá esperándome para saludarme, porque me conoció cuando ella tenía 8, 9 o diez años. Es verdaderamente muy emocionante, para mí que soy emotiva y siempre pongo en corazón en todo… es muy emotivo.

Luisa Villar: “No concibo un escritor jubilado, si la cabeza me sigue dando historias, escribiré”

P.- ¿Un escritor se jubila o siempre va a seguir construyendo historias? ¿Ha pensado usted en la jubilación?

R.-En absoluto. Al menos en mi caso, siempre voy a seguir. Esto que dice la gente del teatro que morirá en el escenario, pues yo igual, no creo que pueda dejar de escribir historias. Siempre que la cabeza me siga dando historias, yo las voy a escribir. Y ahora mismo estoy inmersa en un montón de proyectos y de cosas. No, no concibo que un escritor se jubile, al menos no es mi caso.

P.- ¿Qué proyectos tiene? ¿Que personajes rondan su cabeza para futuros protagonistas?

R.- Pues mira, lo último ha sido ‘El misterio de la joven de la trenza’, que es el segundo libro de una colección que estoy haciendo para la editorial SM, que saldrá en abril [el primer relato de la colección es ‘El misterio del anillo del zar’]. Este ha sido el último proyecto. Y ahora estoy en otro de mucha envergadura, porque para mí va ser largo. Soy de la provincia de Jaén, y allí había un personaje en el siglo XV, el condestable Lucas de Iranzo. Pertenecía a una larga saga.. pero él, en concreto, era n hombre culto que promovía el teatro y las artes. Siempre me ha interesado mucho, de modo que estoy trabajando y estudiando todo ese periodo en la provincia de Jaén, estoy estudiando mucho la cultura de entonces, el lenguaje, los oficios… todo. Quiero estudiar muy bien ese periodo antes de escribir una novela. En eso estoy inmersa.

P.- Empezó escribiendo para adultos, pasó a la literatura infantil y juvenil… ¿qué le ha dado este tipo de literatura?

R.- Yo soy escritora desde niña. Ya con diez años escribía. Lo hacía en mi tierra, Torredonjimeno, en el patio interior de casa, que en allí, en mi tierra son tan habituales. Allí escribí el que personalmente consideo mi primer relato literario. Pero a esa edad, y luego de adolescente, yo escribía para mayores. Y las primera cosas que hice, ya como profesional, era literatura para adultos. Gané algunos premios. El paso a la literatura infantil fue casual, no estuvo premeditado. Recuerdo un verano en el que muy cerca de mi casa, en una relojería, había un niño sentado en el escalón de entrada, y allí pasó el verano, jugando solo. Yo hablaba mucho con él y lo observé mucho durante todo el verano. Al poco tiempo, escribí mi primer libro infantil con un niño como protagonista, y lo publicó la editorial Edebé. Sin pensarlo, empecé a escribir historias, la editorial las publicaba, y yo escribía más. Luego empezaron los libros de misterios, y hasta ahora.

P.- Se la conoce como la Dama del Misterio de la Literatura Infantil y Juvenil Española, ¿es la Agatha Christie de los niños?

R.- La primera vez que me dijeron fue en un colegio, fue muy simpático. Había un profesor muy aficionado al género negro, al policiaco. Y eligió uno de mis libros como lectura ese año para sus alumnos. Después estuve en el colegio para mantener un encuentro literario con los alumnos, y allí él me presentó así, como la dama del misterio de la literatura infantil. Después salió en algún periódico, y así empezó todo. Yo no lo he explotado nada, pero sí me gusta porque me parece también un reconocimiento al género. Pese a que los libros de misterio son muy queridos por los lectores, son poco valorados por los jurados de certámenes literarios, y por alguno sectores de la literatura. Así que me parecía también un bonito reconocimiento al género.

P.- A lo largo de los años, escribiendo para niños y para jóvenes, ¿les ha visto cambiar mucho como lectores?  ¿Son tan diferentes los niños de hoy?

R.- Yo empecé en la época dorada de la literatura infantil y juvenil española, se podría decir, que fueron los años 80. Cuando aparecieron las grandes editoriales, que se mantienen, y son las editoriales clásicas. SM, Edelvives, Edebé, Bruño, y luego también Anaya y Santillana, aunque traducían más que apoyar autores españoles.

Entonces empezaban a descubrir la literatura, y los maestros en aquel periodo estaban muy volcados en la lectura. Consideraban que leer era básico para el aprendizaje general de los niños y para su comprensión lectora. Fue una época muy fructífera y se alcanzó una media de lectura escolar de tres libros al año. Hoy estamos en una media similar, quizá ligeramente por debajo. Sin embargo el nivel ahora es más bajo, yo lo noto. ¿Y cómo lo noto? Pues porque libros míos que antes los leían niños de cuarto de primaria, que equivale a los 9 años, ahora los leen niños de diez y de once años. Creo que es un termómetro muy fiable. Si, si hay mucho cambio en ellos.

P.- ¿Y a qué lo achaca?

R.-Bueno, nunca hay un factor solo, siempre es un conjunto de factores. Yo he empezado a ver estos cambios después de la pandemia, aunque probablemente fuera un proceso anterior. No veo el entusiasmo en los maestros que veía antes. Sé que no se puede generalizar y que hay maestros maravillosos… pero es verdad que no veo ese interés por fomentar la lectura que veía antes. Es muy importante que en los programas de estudio de magisterio, no está la literatura infantil… si desconocen la literatura que los niños tienen que leer, ¿cómo la van a fomentar?. Y en general, hay una bajada de nivel en el compromiso de las instituciones públicas con la lectura. Muchos ayuntamientos no tienen ningún proyecto de lectura. Hay un conjunto de factores, pero no son los niños, a los niños no se les puede achacar que no tengan la necesidad de leer. Se la tiene que generar su entorno, la familia y la escuela, fundamentalmente.

P.- En los años 80, que antes los citaba usted, se decía que la televisión era la responsable si los niños no leían, luego los videojuegos, el ordenador… y ahora las redes sociales. ¿Qué opina?  ¿Cree que buscamos excusas fuera cuando igual es que no sabemos fomentar el amor por la lectura?

R.- Pues sí, puede que la situación actual pase por ahí también. Es verdad que la tecnología te lo sirve todo de manera muy fácil y es muy atractiva. Ofrece imagen, contenidos cortos, rápidos, fáciles, a los que puedes entrar y salir. Y la lectura requiere concentración, estar tranquilo y dedicar tiempo. Si, ahora la distracción es quizá más potente que cuando apareció la bicicleta, pero no anula la lectura, porque los niños que leen un libro y les ha gustado, se sienten felices de haberlo leído y quieren repetir.

P.- ¿Cuál es la mayor dificultad a la hora de escribir para niños? ¿Esa sinceridad, inocente, pero mordaz y sin maquillajes, que tienen?

R.- Los niños son lectores críticos feroces, precisamente porque son sinceros. Cuando un libro les ha gustado mucho, te lo dicen con total naturalidad, son realmente sinceros. Pero como no le haya gustado, lo suelta exactamente igual, con la misma naturalidad. En mi caso, nunca me siento a estudiar qué cosas les interesan a los niños o que historias les pueden gustar, siempre he escrito de forma muy natural, siempre. Escribo sobre las cosas que a mí me interesan y bueno, parece que he acertado.

P.-Usted ha trabajado muchísimo en instituciones culturales y también en el fomento de la lectura. Las personas mayores, ¿pueden aficionarse a la lectura… cuando quizá, en toda su vida, no lo han hecho?

R.- Sí pueden hacerlo, desde luego que sí, pero es más más difícil, de eso no hay duda. Es mucho más difícil hacer lector a un adulto. Hay personas mayores que aficionan a la lectura después de descubrir un libro, porque todo el mundo habla mucho de él, y se acercan a él por curiosidad. Pero no es sencillo.

P.- Pensar que a una persona mayor le va costar más conectar con los niños es un prejuicio, y por cierto bastante edadista. ¿Usted lo ha sentido alguna vez?

R.- No, y lo rechazo totalmente. Cuando yo era una niña, en los años 50, no teníamos libros. Yo era una niña de pueblo y allí no había libros, no teníamos biblioteca ni se fomentaba la lectura de ninguna forma, pero muchos adultos conectaban con nosotros muy bien a través de los cuentos tradicionales. Yo me formé en el cuento tradicional. Los mayores se sentaban con nosotros, nos contaban cuentos populares y conectaban muy bien con los niños. Nos quedábamos admirados.

Después yo, ya como escritora, no he tenido nunca problema para conectar con los niños. Cuando he sido adulta, pero joven, no he tenido problema. Y ahora que soy mayor, muy mayor, conecto con los niños igual de bien. Yo me ido haciendo mayor, más madura, con más experiencias en un montón de cosas, y no creo que eso me aleje de los niños, al contrario.

P.- Bueno, quizá por eso los abuelos tienen esa capacidad de embelesar a los nietos con sus historias. ¿Qué piensa?

R.- Sin lugar a dudas. Los abuelos tienen mucha capacidad de conectar con los niños, de contarles historias. La edad avanzada no les aleja de los niños, más bien al contrario. En realidad, no es la edad, no es por el hecho de ser adultos, que conectes o no con los niños.

Luisa Villar: “No concibo un escritor jubilado, si la cabeza me sigue dando historias, escribiré”

P.- Un último asunto. El Festival Internacional de Literatura Infantil y Juvenil de Tres Cantos, que acaba de premiarla, es una institución ya, muy reconocido dentro y fuera de España. ¿Ha ayudado a darle seriedad y dejar atrás el prejuicio de que es una literatura menor?

R.- Bueno, yo creo que que los festivales son importantes para la difusión de la Literatura Infantil y Juvenil. Y yo creo que este es el más importante de nuestro país, es el festival que más representa la literatura infantil y juvenil, que más amplitud y más proyección le da. Trabajan con niños directamente en los colegios y han generado una dinámica imprescindible, yo diría. Le da otra dimensión a la literatura.

Estamos todos en esa tarea de darle a la literatura infantil y juvenil otra proyección, de hacerla una literatura considerada por la sociedad como una literatura mayor, no como una literatura menor. A mí me interesa mucho trabajar desde la Asociación Colegial de Escritores, de la que soy miembro, estoy en la junta directiva, me interesa trabajar con las universidades el reconocimiento académico para darle esa proyección. Pues bien, el festival consigue darle esa proyección, porque somos escritores con mayúsculas.

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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