Michael Lang, uno de los cuatro veinteañeros que, a pesar de tener que hacer frente a un alud de problemas imprevistos, lograron organizar el mítico festival de Woodstock de 1969, símbolo de la contracultura hippy, había proyectado un macroconcierto el fin de semana del 16 al 18 de agosto, las mismas fechas en la que, hace medio siglo, reunieron allí casi medio millón de personas.
El cartel del concierto es espectacular con mucho de lo mejor de la música de hoy como Jay-Z, Chance The Rapper, The Black Keys, The Killers, Halsey, Run The Jewels, Vince Staples, The Raconteurs, Courtney Barnett, Imagine Dragons, The Lumineers, Miley Cyrus, Pussy Riot…
Y todo ellos junto a algunos de los míticos nombres que participaron hace medio siglo en el legendario festival como Santana; John Fogerty alma mater de los legendarios Creedence Clearwater Revival; John Sebastian, fundador de The Lovin' Spoonful; David Crosby de Crosby, Still, Nash & Young; Country Joe McDonald; Hot Tuna; Canned Heat; Dead & Company antiguos integrantes de Grateful Dead… además de otras figuras de aquella época, Greta Van Fleet o Robert Plant …
Pero a estas alturas, Woodstock aún no sabe si celebrará la fiesta de su 50 cumpleaños. Se han disparado todas las alarmas cuando el principal patrocinador del evento, la compañía japonesa Dentsu Aegis Network, que a través de su filial Amplifi Live, había desembolsado ya 30 millones de dólares a la organización anunció que cancelaba su participación, alegando que el número esperado de asistentes que los organizadores les prometieron era de 150.000, 50.000 más de los exigidos por lo japoneses, se ha reducido a tan solo 75.000.
Y no es éste el único problema con el que se encuentra Michael Lang, que sigue insistiendo en que el festival se celebrará en las fechas y el cartel previstos, porque el estado de Nueva York, al norte del cual se encuentra Woodstock, aún no ha concedido los permisos para el evento según The Daily Beast, lo que a su vez retrasó la salida a la venta de unas entradas que estaba prevista para el 22 de abril.
Tres días de paz y música
Así las cosas, se antoja muy complicada la reedición de aquellos tres días de paz y amor del verano de 1969, cuando se esperaba la asistencia de 6.000 personas y se reunieron casi medio millón y otras 250.000 no consiguieron llegar hasta a aquellas mágicas 240 hectáreas en Bethel, donde un granjero alquiló su campo de alfalfa a los organizadores por 75.000 dólares.
En tres días vieron sucederse 32 actuaciones, aunque iban a ser 33, pero Iron Butterfly, según la versión oficial, no encontraron helicóptero para llegar, aunque extraoficalmente se comentó que se habían peleado en el aeropuerto.
Allí actuaron, además de los ya mencionadas y que iban a repetir este verano, nombres tan míticos como Richie Havens, Ravi Shankar, Joan Baez, Incredible String Band, Mountain, Janis Joplin, Blood, Sweat & Tears, Johnny Winter, The Band, Ten Years After, Jefferson Airplane, The Who, Joe Cocker o Jimi Hendrix que, en el concierto más largo que dio en toda su vida, interpretó su versión de 'The star spangled banner' que para New York Post fue "el gran momento de los años 60".
Y eso que faltaron a la cita monstruos como The Jeff Beck Group, donde entonces militaban Rod Stewart y Ronnie Wood, porque se separaron poco antes del evento, John Lennon porque el gobierno estadounidense no le permitía la entrada al país, o Bob Dylan que aquellos días tuvo a uno de sus hijos hospitalizados, aunque, eso sí no faltó en la edición de 1994 cuando se conmemoraron los 25 años del concierto original. Un concierto original en el que, datos curiosos, ocho mujeres tuvieron abortos involuntarios y se produjeron varios nacimientos, la armada estadounidense tuvo que enviar médicos y comida vía aérea, nueve de cada diez asistentes fumaron marihuana y solo 33 fueron detenidos por ello y murieron un hombre por sobredosis de heroína y un adolescente atropellado por un tractor mientras dormía.