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La cara "más radical, desafiante y secreta" de Joan Miró se revela en una exposición en el Museo Nacional de Escultura de más de una treintena de figuras que modeló en su "musa blanca", el yeso, cuando se adentró en la disciplina escultórica y con la que logró "recuperar la infancia del arte", un proyecto que "cohabita" en la sala con antiguas obras griegas y romanas para establecer una "reflexión" sobre los procesos artísticos y los contrastes en la historia de la escultura.
La exposición temporal se ha presentado en un acto en el que han estado presentes la directora de la pinacoteca, María Bolaños; el subdirector general adjunto de Museos Estatales, Lucas García Guirao; el nieto del artista y administrador de la Successió Miró, Joan Punyet Miró, y la directora de Más Miró, Elena Juncosa, entre otras autoridades.
Este proyecto es fruto de una colaboración entre Successió Miró, de donde proceden 21 esculturas, y de la Fundación Más Miró, a la que pertenecen las nueve restantes que arropan la sala del edificio Casa del Sol del espacio museístico y establecen un diálogo con las figuras antiguas de "diosas arcaicas, faunos, centauros y venus sensuales".
La treintena de modelos en su mayoría inéditos elaborados en su "musa blanca", el yeso, irradian una "frescura de sentimientos" y permitieron al creador "recuperar la infancia del arte" en su etapa ya madura, pues se sumergió en la disciplina a finales de la II Guerra Mundial durante un retiro en la masía familiar de Mont-roig (Tarragona), según ha subrayado María Bolaños.
Las obras que elaboró a partir de esta práctica, que entró en su vida de una manera "radical y furiosa", se divide en la sala en cinco secciones que evocan la "bella eficacia" del yeso que el artista amasaba o la "poesía de los objetos" que se encuentra e interpreta para configurar sus obras, como guijarros, un gallo de Belén, un tomate de Mont-roig o raíces de cañas.
Reminiscencias mediterráneas
En estas también se alude a las reminiscencias de las viejas culturas mediterráneas que se plasma en buena parte de la escultura mironiana, con "ídolos dotados de atributos fálicos, con cuernos y extremidades apuntadas o cuerpos femeninos, con curvas plenas y tensas", una sección en la que se manifiesta al "niño monstruoso" que fue el artista y su inclinación por el "juego fantasmagórico", como ha explicado la directora del museo.
Asimismo, se muestran sus figuras de "monstruos vivientes" que se alejan del realismo antropomórfico, pues al igual que sus colegas surrealistas, Miró se dejó seducir por el juego "trasgresor" del cuerpo femenino; mientras, en otro apartado se incluyen los yesos centenarios de obras griegas y romanas, que "encajan como un guante" con cómo entendía la Historia del Arte el genio catalán.
"Una vez cogió una servilleta en un restaurante de Barcelona, la guardó y después la convirtió en una figura de escayola", ha rememorado su nieto sobre una de las esculturas que se pueden ver en la muestra.
Asimismo, ha afirmado que su abuelo se sentiría "muy orgulloso" de ver esta parte de su obra expuesta, algo que manifestó aún vivo, y ha resaltado, además, que las esculturas de la muestra recalcan la "creatividad" del artista, pues en ellas "da vida" a los sueños surrealistas que tenía.
Por su parte, Lucas García Guirao ha incidido en que este proyecto expositivo esconde una pluralidad de temas. "Reivindica la figura del Miró escultor y es de un gran interés por el valor artístico de sus bienes, así como a partir de ella se puede comparar la escultura clásica con la contemporánea", ha agregado.
La exhibición se inscribe en la línea expositiva emprendida por el Museo Nacional de Escultura en 2018 en el mismo espacio de la Casa del Sol, con la presentación de un conjunto de obras del siglo XX de Baltasar Lobo, y demuestra el trabajado realizado por el equipo del espacio museístico en cuanto a la programación, un "referente en toda España", ha ensalzado García Guirao.
Esta muestra culminará el 15 de marzo de 2020 con un catálogo con dos estudios de María Bolaños y de Elena Juncosa, coeditado por el Ministerio de Cultura y Deporte y la Asociación de Amigos del Museo, que constará de 120 páginas y se venderá por un precio de 18 euros. Además, en el marco de esta muestra se ha organizado un amplio programa de actividades que incluirá cine, música, conferencias, talleres y visitas guiadas.