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La pintora oscense Mari Cruz Sarvisé ha fallecido este martes, 22 de agosto de 2023, a los 100 años de edad, en la ciudad de Huesca, según consta en la web del tanatorio de la capital oscense.
La artista ha sido distinguida este 2023 con la Medalla de Oro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, concedida como colofón a su trayectoria.
Su obra ha destacado por sus retratos y grabados en los que la autora transmite emociones y espiritualidad a través del uso del color y la dimensión de sus imágenes. La mayoría de sus retratos son en torno a figuras femeninas, siendo común en sus obras la aparición de animales domésticos.
Este año 2023 se ha conmemorado el centenario de la pintora surrealista y la ciudad de Huesca ha acogido una exposición de retratos en el Palacio de Villahermosa de la capital oscense.
Vida y obra
María Cruz Sarvisé Laiglesia nació en Zaragoza, donde sus padres, naturales ambos de Esquedas, se encontraban accidentalmente, el día 3 de mayo de 1923. Apenas siete años más tarde ya vivía María Cruz en Huesca, donde cursó sus primeros estudios. En la ciudad pasó su infancia y primera juventud, que alterna con los veranos en Esquedas hasta que decide marchar a Barcelona para realizar los estudios de Bellas Artes en el viejo edificio de la Llotja. Influida por el magisterio de Fita y Ciurana, entre otros, conecta con el entorno de Montada, según explica el folleto de una de sus últimas exposiciones en la Fundación Ibercaja.
Concluidos los estudios viaja Italia, Holanda, Francia y Alemania; esta última sudaba por todos sus poros la experiencia social de la vuelta a la libertad tras los horrores de la guerra, dejaron una profunda huella en su vida y en su arte. Fueron la base de esa dimensión espiritual, de búsqueda del ser enraizada en lo más hondo de su sentimiento vital, como ha advertido reiteradamente Pilar Moreno, profunda conocedora de María Cruz y del ser humano.
Llegar a Port Bou y luego a Barcelona tras los días de atmósfera de libertad en diversos países europeos y encontrar un panorama desolador, supuso un acicate considerable para intentar llegar a la plena libertad en su trabajo posterior. Los recorridos por Europa son demostrativos del permanente estado de aprendizaje en el que se ha desarrollado su trabajo artístico que incluye una cantidad notable de retratos. Su relación con el informalismo figurativo es clara a los ojos de quienes mejor la han conocido y ya en los años cincuenta toma contacto con el grupo de pintores que en ese momento lo proclamaban.
Su decisión de tomar el camino de la enseñanza del dibujo la llevó durante más de un cuarto de siglo a Sabiñánigo y posteriorment a Huesca sin dejar en ningún momento de dibujar, pintar y grabar, actividades que han compuesto el soporte vital de quien ha de ser considerada como la más importante pintora altoaragonesa del siglo xx.