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El Museo Guggenheim Bilbao ofrece, a partir del próximo 14 de febrero y hasta el 21 de junio, con el apoyo de Iberdrola, la exposición Olafur Eliasson: en la vida real, un recorrido exhaustivo por la obra de uno de los artistas más relevantes del panorama actual.
La muestra recoge algunas de sus obras más importantes ya expuestas y otras nuevas que han sido creadas para esta ocasión por Olafur Eliason, en las que pone de manifiesto su profundo compromiso con la sociedad y el entorno. Eliasson ha llevado el papel de artista más allá de su presencia en galerías y museos para integrarlo en una perspectiva multidisciplinar, con la colaboración de profesionales de campos tan diversos como la ciencia, la arquitectura, la empresa, la política, la danza o la cocina.
El artista escandinavo investiga con su obra, que comprende pintura, fotografía, escultura y grandes instalaciones, las relaciones entre lo real y lo artificial, la percepción y la experiencia. Su trabajo destaca por convertir al espectador en protagonista, permitiéndole adentrarse en muchos de los desafíos de nuestra sociedad y ofreciéndole diferentes experiencias que conllevan, en palabras de Eliasson, “tomar parte en el mundo”. Uno de esos desafíos es la necesidad de impulsar el desarrollo sostenible y actuar ya para frenar el cambio climático. No en vano, las obras que componen esta exposición se relacionan en muchos casos con el medio ambiente y la sostenibilidad, recurriendo a la naturaleza y a sus elementos para hacerlas posibles. El artista pone a disposición de los sentidos del espectador materiales como la madera, el agua o el musgo, a fin de que sienta la naturaleza que la humanidad está destruyendo.
En reconocimiento a sus esfuerzos para promover la conciencia ciudadana sobre los efectos del calentamiento global, Eliasson fue nombrado recientemente embajador de Buena Voluntad para la acción climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La exposición, compuesta por una treintena de obras creadas entre 1990 y 2020, cuestiona el modo en que percibimos nuestro entorno y nos desenvolvemos en él, haciéndonos reflexionar sobre cuestiones acuciantes de la actualidad. Los elementos centrales de la labor artística de Eliasson son su preocupación por la naturaleza, derivada del tiempo que pasó en Islandia; su exploración de la geometría; y su constante investigación del modo en que percibimos, sentimos y moldeamos el mundo que nos rodea.
La práctica de Eliasson va más allá de la mera creación de obras de arte y exposiciones para incluir intervenciones públicas, proyectos arquitectónicos y activismo. En el exterior del Museo, una cascada de más de once metros de altura, hecha con un andamio y una serie de bombas, llama la atención del espectador sobre esa 'naturaleza construida' en un entorno urbano.
El estudio de Eliasson, radicado en Berlín, reúne a un variado equipo de hábiles artesanos, arquitectos, investigadores, cocineros, historiadores del arte y técnicos de diferentes especialidades. Es un lugar no solo para la creación artística, sino también para el encuentro y el diálogo con profesionales de la cultura, responsables políticos y científicos.
Convencido de que el arte puede ejercer una considerable influencia en el mundo fuera de los museos, Eliasson ha creado lámparas solares para comunidades sin acceso a la red de suministro eléctrico, ha diseñado talleres de arte para solicitantes de asilo y refugiados y ha concebido instalaciones artísticas para concienciar sobre el cambio climático porque, en palabras del propio artista: "El arte no es el objeto, sino lo que el objeto hace al mundo".