La obra "total" del fotógrafo neoyorquino William Klein protagoniza una retrospectiva en La Pedrera de Barcelona con más de 200 fotografías, pinturas y documentos del artista de 92 años que evidencian su trabajo pictórico, fotográfico, gráfico y cinematográfico y plasma un siglo de cambios, creaciones y revoluciones.
En rueda de prensa la comisaria Raphaëlle Stopin, ha explicado que la exposición es radicalmente diferente porque la mirada del artista también lo es, y ha añadido: "Su obra nos habla de la sociedad y del vínculo del artista con esta", también de su decisión de tener una posición y tomar partido desde la práctica artística.
Ha aducido que el título de la exposición, William Klein. Manifest, está relacionado con su capacidad de formular manifiestos: "Es alguien que lo ha hecho con su obra, con mensajes y con posiciones muy sinceras y claras".
Obra con "resonancia"
El recorrido no trata de ahondar en su obra de manera exhaustiva sino que intenta localizar los puntos cardinales de su obra y reproducir la "resonancia que dibujó al hilo de sus amores con diferentes medios artísticos".
Por ello, presenta al William Klein fotógrafo como una basta pieza en el edificio creativo, ya que experimentó con la pintura, la fotografía plástica y abstracta e incluso la arquitectura: "Su capacidad de abstracción y los grandes conjuntos arquitectónicos son la parte más desconocida de su obra".
Siete ámbitos
Dejando de lado un relato cronológico, la exposición aborda siete ámbitos, aunque empieza con sus inicios pictóricos cuando Klein dibujaba naturalezas muertas y aspiraba a una práctica pregonada por la escuela Bauhaus de un arte que comprendiera pintura, arquitectura, diseño, fotografía y tipografía.
Después, el recorrido salta a sus abstracciones fotográficas cuando el artista inmortalizaba paneles pintados y jugaba con la luz y las composiciones; para ahondar después en la publicación de su libro fundamental New York, en el que exploró fotográficamente su ciudad como un terreno "exótico".
Le sigue la inmersión del artista de Roma, Moscú, Tokyo y París con sus escenas sociales y culturales, para dar lugar después a un Klein interesado por los grandes plafones de letras, y continua con su profundización en la fotografía de moda de la mano de la revista Vogue y también la fotografía de cine.
Para la comisaria, "el aspecto más genial de su obra es no pensar la fotografía como sujeto", así como la exploración de los espacios arquitectónicos, dando lugar en esta exposición a un diálogo con Antoni Gaudí.
La exposición, organizada por la Fundació Catalunya La Pedrera y la Fundación Telefónica, se podrá visitar hasta el 5 de julio, tras recibir en Madrid unos 100.000 visitantes.
