Pasión, fuerza, coherencia, sensatez, ideas claras… Todo esto y más transmite Paca Tricio, Presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas de España (UDP) y secretaria de la Plataforma de ONG de Acción Social (POAS), en sus palabras verbalizadas y escritas.
Tricio acaba de publicar su primer libro: La rebelión de los mayores: Porque la indignación no se jubila nunca (Ediciones Península). 213 páginas en las que se convierte en la voz de las personas mayores, despertando y agitando conciencias, reivindicando su papel activo en la sociedad y reclamando unas pensiones dignas. Un mensaje lanzado con voz alta y clara en el que no se olvida de los jóvenes, a los que dedica una sincera carta y que se resume en esta frase de la propia autora: “Indignaos, este problema es vuestro, no nuestro: ¡UNÍOS!”.
La presidenta de UDP es tajante al manifestar que no entiende por qué cuando se cumple una edad en concreto uno se vuelve invisible, realidad frente la que lanza varias preguntas y una afirmación: “¿Y lo que te queda de vida qué haces? ¿Qué opción nos dais?. Las personas mayores somos ciudadanos de pleno derecho, aportamos a la sociedad como los demás. Los mayores no somos invisibles”.
Aunque se pone mucho más seria para denunciar injusticias como que a partir de los 70 años no se puedan ejercer derechos democráticos como integrar una mesa electoral. “Es inaudito que con 70 años no nos dejen presidir las mesas electorales. Eso se llama maltrato psicológico. Yo tengo 72 y estoy plenamente capacitada”, sentencia.
Ante esta situación, los mayores han dicho “¡basta!”. Han decidido que ni se rinden ni aceptan que les ignoren. Quieren ser tratados con respeto y dignidad. Ser escuchados siempre, no solo cada cuatro años cuando a los políticos les interesa sumar votos. La nueva tercera edad no la integran personas desvalidas, es inconformista y lucha por sus derechos. Porque como dice Paca Tricio: “La nuestra es una indignación que no se jubila”.
La autora pone énfasis en su libro en que la nueva generación de personas mayores, al contrario de lo que opinan muchos, tiene inquietudes, ganas de aprender y formarse, maneja la tecnología, está presente en las redes sociales, es solidaria, hace deporte, se cuida, se informa, tiene criterio, quiere opinar y exige que se cuente con ellos de manera participativa, no como una carga que solo genera gastos. “Somos Jubilados Aunque Sobradamente Preparados”, explica realizando su versión del famoso JASP, el acrónimo de la expresión acuñada en los 90 "Jóvenes Aunque Sobradamente Preparado".
La rebelión de los mayores: Porque la indignación no se jubila nunca hace una radiografía exacta de la situación de los mayores en la que también se ponen de manifiesto graves problemas como la soledad, la dependencia, el maltrato, la pobreza… situaciones, que como enfatiza Tricio, no pueden ni deben ignorarse… ni ser invisibles para la sociedad en general y los políticos en particular.
“Los 10 mandamientos de Paca Tricio”, según Ónega
La presentación del libro, celebrada en La Central de Callao (Madrid) hace unas semanas, contó con la intervención de los periodistas Fernando Ónega y Aurora Campuzano. Ónega, que define a Paca Tricio como “lideresa de los pensionistas” y a su libro como “las tablas de la ley de los mayores y para los mayores”, resumió magistralmente el libro con un decálogo que reproducimos textualmente a continuación:
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Daréis al jubilado pensiones dignas. Es su dinero y es una obligación de justicia. Recordad que la paga del abuelo salvó a muchas familias en la crisis.
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Dejarás a los mayores ser parte activa de la sociedad. Sin aberraciones como esa de que después de los 69 años no se puede presidir una mesa electoral. Le ayudarás a dejar de ser invisible y le darás la representación institucional que le corresponde.
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Lucharás por poner fin al edadismo que priva a la sociedad, a la política, a la comunicación o al ordenamiento jurídico de la sabiduría y experiencia del mayor.
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Tratarás a los mayores con el respeto que merecen. Haz que se sientan reconocidos, que no sean solo los abuelos esclavos que pagan la falta de conciliación y si ese problema no existe, pasa a ser un estorbo.
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Evitarás y denunciarás el maltrato al mayor, que es un hecho vergonzoso de abuso del débil y de violación de los más elementales derechos humanos.
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Atenderás a la soledad del mayor. Si eres gobernante ten identificadas a las personas que la padecen, para ofrecerles tus servicios de asistencia.
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Cuidarás de forma exquisita el lenguaje, sobre todo los términos que se usan de forma negativa, por no decir peyorativa. Llámale sencillamente “mayor”, porque el mayor solo tiene más años, pero es un ciudadano más y con los mismos derechos.
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Sabrás que el jubilado del siglo XXI busca sus oportunidades y está preparado para ellas por su manejo de la tecnología, sus ganas de aprender, su participación en las redes sociales… Cuenta con él y con ella y dale la voz que tiene.
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Atenderás su petición de tratarlos con respeto y reconocerles su dignidad, en eso consiste el grito de su protesta. Si la indignación no se jubila, por lo menos que no tenga razón para existir.
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El hartazgo de los mayores se justifica por el paternalismo, porque solo se les reconocen sus necesidades cuando llega una campaña electoral, porque se ven menospreciados por la sociedad y por la clase política y porque los medios informativos fomentamos falsos estereotipos y una imagen negativa del envejecimiento.