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Arturo Pérez-Reverte ha presentado su nueva novela, Revolución (Alfaguara), asegurando que las "grandes palabras revolucionarias nunca" le han generado "ilusiones" y que es "escéptico" ante los movimientos revolucionarios, "aunque eso no quiere decir que no haya que hacerlos".
"Las revoluciones surgen casi todas con violencia y, una vez hechas, cuando termina todo aparece el que estaba detrás para decir que ya se hace cargo y quita a quien se la juega: pierden quienes las hacen y ganan quienes se apropian de ellas. Tengo esa melancolía de que las revoluciones terminan siempre en un Daniel Ortega en su finca. Y eso es muy triste", ha señalado el autor en la rueda de prensa de presentación del libro.
En cualquier caso, el autor ha reconocido que "a veces toca levantarse y pelear, al menos para que al otro le sangre la nariz". En Revolución Pérez-Reverte viaja al México de primeros de siglo donde un joven llamado Martín Garret Ortiz es testigo de los avances de la revolución en el país instigada por Emiliano Zapata y Francisco Villa.
"Mi intención es la de mostrar las contradicciones que asoman en el ser humano durante estas revoluciones, donde por la mañana uno puede ser un héroe y a la tarde un villano. Esas contradicciones son la vida y componen una visión del mundo diferente a la que se suele dar", ha advertido el creador de la saga Alatriste.
Es por ello que el autor se considera "un escritor honrado", que no intenta "congraciarse con el mundo de ahora sino contar cómo ve el mundo". "A veces te dicen 'mójese' y yo digo que eso depende, porque en un tiempo de consignas fáciles y tuits, es la novela la que puede dar una visión diferente de lo habitual", ha afirmado.
En Revolución, Pérez-Reverte apuesta por una suerte de "héroe cansado", más observador que participante de los movimientos revolucionarios y que tiene "elementos autobiográficos". "El modo de mirar sí puede ser el mío y además hay un aprendizaje", ha resaltado, para luego aclarar que se trata de otra novela "falsamente histórica".
"Uso a la Historia como telón de fondo para entender el presente. Una novela actual me parece vulgar, porque el tiempo es vulgar narrativamente hablando: yo soy del siglo XX y ahí es donde me siento más cómodo, por eso mis novelas me las llevo para allá", ha afirmado el escritor.
Pérez-Reverte ha explicado que no tenía en mente la polémica respecto a la petición de perdón por la conquista que reclamó en su momento el presidente mexicano, López Obrador. "Si mañana el presidente mexicano critica mi novela, eso ayudará y fenomenal, pero no es el objetivo. No hay una vinculación de esta novela con la polémica con México, que por otra parte es absurda", ha indicado.
También ha negado que el interés por los autores españoles haya decaído en el extranjero. "Eso no es así, hay autores como Gómez-Jurado, Cercas o yo que sí contamos con ese reconocimiento en otros países. Aunque es cierto que en España hay cierta tendencia a escribir hacia dentro", ha indicado.
A punto de cumplir los 71 años y con más de 30 novelas a sus espaldas, el autor reconoce que tiene "el sentido del desastre muy acusado", lo que le lleva a estar "alerta" y no sorprenderse por desarrollos de acontecimientos como la invasión de Ucrania. "Vivo en una saludable incertidumbre y no me relajo, para mí era evidente que íbamos hacia esto. De todas formas, tampoco puedes estar todos los días avisando de que viene un meteorito", ha señalado.
Además de la publicación en España, Revolución verá la luz en distintos países de América Latina en esta semana y llegará a Estados Unidos en edición española el próximo 8 de noviembre. La anterior novela de Pérez-Reverte, El italiano, ya ha alcanzado los 300.000 ejemplares y este mes de octubre se estrenará la cinta La piel del tambor, basada en la novela homónima del escritor.