Marco Herrera
Cultura
'Poéticas de la emoción' en Caixaforum Barcelona hasta mayo
La galería barcelonesa acoge 44 obras que reflejan los últimos 700 años de la historia del arte
Joan Miró, Bill Viola o Pippilotti Rist son algunos de los nombres cuyas obras se exponen y hablan entre sí en esta exposición sobre la alegría, el miedo, la pena o la euforia que han articulado tantas obras a través de los siglos. La comisaria, Érika Gayarrola, habla de la capacidad de conmover del arte contemporáneo como objetivo de la exposición. Enfrentando así la posición de que lo sitúa como un arte más racional y poítico.
Evolución del concepto
Muchas de las obras presentadas en la exposición son del propio fondo del centro, y otras 15 provienen de la Fundación Miró, el MACBA, el Museo de Arte Contemporáneo y Moderno de Palma o del Museo Nacional de Escultura. La comisaria de la exposición ha resaltado que durante muchos años las emociones han quedado relegadas a "las mujeres, los niños y los bárbaros, con una connotación negativa", y afirma que hoy día "son un mecanismo añadido a la razón, que nos permite tomar decisiones, algo biológico, parte fundamental de nuestra existencia".
Tres colores: rojo, gris y amarillo dividen la exposición, que incide al principio en la emoción del sujeto y más tarde presenta obras en la que se expresan las emociones de formas metafóricas. Según Garrayola, al final se observa "la forma en la que el arte se apropia de la emoción que vertebra el campo social".
Contraposiciones
En la primera sala, se puede observar la obra "Plañideros", una tabla del gótico castellano, de autor anónimo y de hacia 1295, contrapuesta con The Silent Sea (El mar silencioso), del videoartista contemporáneo Bill Viola. En el mismo espacio nos encontramos con Fragmento de Calvario, talla anónima de 1460-1480, y Descendimiento de la cruz, del siglo XVI.
Las contraposiciones continúan y en la siguiente sala se puede ver Funeral en Kosovo, del fotógrafo Enric Folgosa Martí, en el que mujeres albanesas tienen en sus rostros gestos de dolor y tristeza a la vez que rodean un cuerpo sin vida de un combatiente albanokosovar, y una figura de La Piedad, de Ramón Padró Pijoan, de 1850.
La atracción por lo sublime, el existencialismo, la relación del hombre con la naturaleza, las protestas del mayo del 68 en París por Miró o las fotografías de Colita para reflejar la profundidad del flamenco son algunas de las protagonistas continuando la andadura por la exposición, la cual estará abierta al público hasta el 19 de mayo de este año en el Caixaforum de la Ciudad Condal.