Victoria Herrero
Cultura
Un recorrido por museos cuya arquitectura es impresionante
Victoria Herrero
Miércoles 17 de abril de 2019
ACTUALIZADO : Miércoles 17 de abril de 2019 a las 0:28 H
3 minutos
Estructuras imposibles y muy llamativas firmadas por algunos de los mejores arquitectos del mundo
Muchas veces lo mejor de los museos no solo está en su interior. Hemos destacado estos cuatro ejemplos de pinacotecas que impresionan solo con verlas. Exteriores de auténtico asombro obra de algunos de los mejores arquitectos del mundo.
Museo Real Ontario
Un museo de historia natural, arte y cultura que precisamente es el más grande de todo Canadá con las más de seis millones de piezas que guarda en su interior. Estamos en un edificio que tiene sus seguidores, y también sus detractores, gracias a esta original estructura de cristal y aluminio formada por ángulos agudos y formas geométricas cuanto menos sorprendentes y llamativas.
Es obra del estudio de arquitectura Libeskind.
Louvre de Abu Dhabi
El Louvre más conocido es el de París y forma parte de los grandes museos de todo el mundo. Pero si vamos a los Emiratos Árabes Unidos, podemos disfrutar de esta nueva versión de la conocida pinacoteca por el que se han pagado más de 400 millones de euros al gobierno francés por poder usar el nombre del emblemático espacio cultural.
Jean Nouvel es el artista de esta preciosa obra que destaca por su luminosidad y que se encuentra enclavada sobre la bahía de la Isla de Saadiyat, que pretende ser un referente como enclave cultural.
Museo Soumaya
Si viajamos a México y su capital, podemos acercarnos a este espacio en el que se erige monumental una curiosa estructura abstracta de 45 metros de altura. Si te fijas bien, puedes ver que su forma se asemeja a una cascada. Sin duda, una pieza increíble y cubierta por decenas de miles de baldosas hexagonales de acero espejado.
Museo de Arte Contemporáneo Niterói
Este museo no puede tener mejores vistas. Sobre el mirador de Boa Viagem, en la bahía de Río de Janeiro, Oscar Niemeyer dio vida a este peculiar edificio en forma de seta de unos 50 metros de diámetro soportada sobre una base mucho más estrecha.
Pero no solo nos sorprende esta sala central, sino que para acceder a este museo brasileño atravesamos una rampa roja de 98 metros muy singular. Al final de ella te esperan algunas de las obras más destacadas de los principales artistas contemporáneos del país carioca.