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José Luis Sampedro (1917-2013) vivió muchas vidas en una. Nació en Barcelona, pasó su infancia en Tánger y su adolescencia en Aranjuez, residió en Cihuela (Soria), Melilla, Santander, Madrid, Tenerife y Mijas. Fue catedrático de Estructura Económica, escritor, miembro de la Real Academia Española y Premio Nacional de las Letras, además de uno de los autores e intelectuales más queridos y respetados de este país por su actitud ética, su obra, su compromiso con la vida, con la sociedad en la que le tocó vivir y por su posición a favor de un mundo más igualitario.
Ahora, Plaza & Janés publica Días en blanco, un libro que reúne la obra poética completa de José Luis Sampedro, un tesoro inédito y necesario para entender la obra de un autor comprometido con su tiempo. Unos versos que sorprenden por su elegancia, la calidez de su voz y la presencia constante de temas como el amor y la vida.
José Manuel Lucía Megías, Catedrático de Filología y amigo cercano de Sampedro, ha sido el encargado de poner en orden esta edición única. Un libro especial que constituye un broche magnífico a toda una vida dedicada a la escritura.
Días en blanco es un libro fruto del desorden y superviviente de las mudanzas, como reconoce Olga Lucas, viuda del ecritor. Después de varios años de un laborioso y exhaustivo proceso de revisión de los documentos que José Luis Sampedro dejó tras su fallecimiento en 2013, aún quedaban algunas cajas por explorar, que albergaban uno de los secretos mejor guardados de su autor. Sabíamos que fue un novelista extraordinario, un prestigioso economista e intelectual, y ahora, gracias a este maravilloso hallazgo, descubriremos que también fue un magnífico poeta aunque muy pocos supieran de su vocación.
La poesía llegó a su vida en un momento clave y supuso el despertar de su voz literaria, una pasión que no abandonó hasta el final de sus días y por la que sentía un enorme respeto. Movilizado en el frente, en ambos, pasó la Guerra Civil siempre acompañado de su diccionario y su libreta, la primera que acogió sus versos sencillos, elegantes y humanos, a la que seguirían otros cuadernos, folios escritos a mano o mecanografiados, corregidos sin cesar a lo largo de toda su vida y guardados en un sobre con la anotación Días en blanco. Este libro reúne cincuenta años de creación inédita y constituye una pieza esencial para entender el legado de su autor. Ahí reside la magia de este afortunado reencuentro con una faceta desconocida de José Luis Sampedro.
“En su poesía está José Luis Sampedro. En estado puro. Con toda su complejidad. Con toda su humanidad. Con todo su compromiso, con su tiempo y consigo mismo. Con toda su genialidad”, explica José Manuel Lucía Megías.
Presentadas en orden cronológico, las poesías se ofrecen agrupadas en varios bloques temáticos que reflejan las diversas facetas de su creación. El primero de estos bloques reúne los poemas escritos durante la Guerra Civil. Son sus primeros acercamientos a un género que despierta en el joven José Luis Sampedro la ilusión de la escritura. Sorprende que la guerra y la muerte no ocupen un lugar central, sino que prima en ellos el descubrimiento de la naturaleza, su visión de los pueblos y gentes que conoce, sus experiencias personales. Solo hacia el final de la contienda puede apreciarse un cambio en el tono, que se contagia de cierta épica, si bien nunca llega a alcanzar las cotas de triunfalismo propias del final de la guerra. Es una poesía nacida del campo de batalla, pero que recuerda a los que no volvieron.
Este ciclo abre paso a un segundo grupo de poemas más maduro y heterogéneo. Sus versos se llenan de imágenes urbanas y reflexiones intimistas y personales. El hombre, su destino y la soledad se sitúan en el centro, del mismo modo que sucede en sus novelas de estos años. Podemos observar en esta etapa cómo se va construyendo la forma de José Luis Sampedro de posicionarse en el mundo, su deseo de comprenderse a sí mismo dentro de la sociedad y cómo este anhelo corre parejo al desarrollo de su espíritu crítico y de denuncia ante la deshumanización del hombre.
El último apartado agrupa sus poesías cómico-satíricas, en las que brilla el Sampedro más juguetón. Son obras surgidas del deseo de hacer más divertido el mundo gris de la economía, de la política, por los que transitó en aquellos años: coplas en contra de la OTAN, ripios escritos durante las sesiones de Naciones Unidas en Ginebra o incluso villancicos de actualidad con los que obsequiaba y felicitaba las Navidades a sus allegados y que, sin duda alguna, despertarán una sonrisa en el lector.
Su viuda Olga Lucas aclara: “La poesía de José Luis Sampedro, hasta donde sabemos, no se publicó porque él mismo no le otorgó calidad suficiente. Tenía un gran respeto por la poesía y no consideraba la suya a la altura de la poesía en mayúsculas. Pero la escribió y la conservó. Personalmente creo que tenía razón en considerarse mucho mejor novelista que poeta y que probablemente fue un acierto por su parte rechazar la propuesta de su publicación cuando ya era conocido y admirado. Sin embargo, siete años después de su fallecimiento considero que debe ser compartida con los demás. Los estudiosos y seguidores de la obra de José Luis Sampedro deben conocerla”.
Un poema de José Luis Sampedro
Del libro Días en blanco. Poesía completa:
Este será mi premio y mi victoria.
Que una tarde, al leerme,
necesites buscar entre las páginas,
una rosa olvidada, que no existe.
Y al no encontrarla, silenciosamente,
te asomes angustiado a la ciudad,
y veas, por vez primera,
que el acero y los hombres son ceniza.
Que la brisa es un río de palabras marchitas.
Que siempre que se mira bien el mundo
se asiste al acabar de alguna cosa.
Y que a pesar de todo,
muy en el fondo, inexplicablemente,
es hermoso ser hombre hacia la muerte.