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La Navidad en sus manos es una comedia familiar dirigida por Joaquín Mazón ('La vida padre', 'Cuerpo de élite'). Ernesto Sevilla y Santiago Segura protagonizan este filme sobre los deseos navideños, aunque prefieren no pedir nada a Ernest Urtasun, el ministro de Cultura del nuevo Gobierno. "No somos de pedir, somos más de dar", coinciden ambos intérpretes, si bien otros miembros del equipo sí han citado algunos aspectos a mejorar en el sector cultural y, concretamente en el audiovisual español, de cara a la recién inaugurada legislatura.
"No le preguntaríamos al ministro qué puede hacer por nosotros, sino que le preguntaríamos: ¿qué podemos hacer por ti?", dice Segura en una entrevista concedida a Europa Press en la que, al hilo de esta afirmación, recuerda las célebres palabras del presidente estadounidense John F. Kennedy, quien dijo: "No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país".
"Estamos como cabreados, nos molesta que otros estén felices, decimos: 'Vaya, ha ganado otro partido que no es el mío', estamos siempre pensando en el de al lado", observa Segura, quien bromea con meterse a política y crear un partido navideño. "Yo creo que todos somos Grinch, pero como el Grinch estamos deseando convertirnos", opina el actor, reflexionando sobre el espíritu de estas fechas.
Sí que piden algo a Urtasun el director de La Navidad en sus manos y otros dos miembros del reparto, Pablo Chiapella y María Botto. Mazón cita, entre varios aspectos a mejorar en la industria, el poder competir con los estadounidenses en el precio de las entradas y favorecer el cine español en cuanto a cuota de pantalla. Por su parte, Botto menciona también a "los americanos", pero como ejemplo a seguir en lo referente a abordar la problemática de la IA.
"Sobre todo, que la cultura te la encuentres conforme abres la puerta de tu casa, que no sea una cosa que haya que buscar, que esté excluido para unos pocos... sino que invada a todo el mundo", es el deseo y difícil reto que plantea por su parte Chiapella al ministerio.
"No cambiaría el público por ningún premio"
"Los críticos son Grinch", se ríe Mazón, tras ser preguntado sobre el hecho de que las películas como la suya, comedias ligeras y de tono familiar, no suelan triunfar en los premios. "La comedia es un género que históricamente dan de lado", confirma Sevilla, apuntando a que incluso en los Globos de Oro hubo que incluir una categoría especial para que el género no pasara totalmente desapercibido. Sin embargo, el director es optimista y espera que, independientemente de que sea comedia, su filme guste a la crítica. "Qué bello es vivir tiene muy buena crítica, Elf también", observa Mazón.
Por su parte, Segura, siempre en defensa de un género en el que se ha coronado en los últimos años como uno de los actores y directores más taquilleros del cine español, dice, "sin resentimientos", que su mayor reconocimento es el favor del público y "no lo cambiaría por ningún premio".
El actor aduce que los galardones normalmente van destinados a historias trascendentes, que tratan temas que cambian la vida, como la muerte de un padre, mientras que "la comedia es como irse de cañas con los colegas". "Yo prefiero irme de cañas con los colegas que enterrar a mi padre", expone el director de la saga Padre no hay más que uno.
La risa, para el Papá Noel de La Navidad en sus manos, es algo "serio", al fin y al cabo, eso y la música es "lo que nos diferencia de los animales". "Con la sonrisa de los niños nos sentimos pagados", apostilla Sevilla.
La película dirigida por Mazón sigue los pasos de Salva (Sevilla), un buscavidas que vende piezas robadas de coche que debe sustituir a Papá Noel (Segura) después de que este quede hospitalizado tras estrellar su trineo en Madrid. Esta singular premisa, además de la cuenta atrás para salvar la Nochebuena, es lo que resalta el director como propuesta de valor de su filme ante la gran oferta de películas navideñas ya existente.
"Se cuenta todo lo que hay que contar en la Navidad, todos los clichés aceptados y sin embargo, no tiene nada de empalagoso", añade Chiapella. Botto, por su parte, pone de relieve el tono "macarra" de la película como factor diferenciador de La Navidad en sus manos.