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"Un error de indentificación" llevó a que el pasado 13 de enero se notificase la muerte con coronavirus de Rogelia Blanco, de 85 años, una anciana de la residencia San Bartolomeu de Xove (Lugo) a su familia, cuando en realidad había fallecido otra usuaria con la que compartía habitación.
El incidente ocurrió en el geriátrico Os Gozos de Pereiro de Aguiar (Ourense), donde la Fundación San Rosendo, que gestiona ambos centros dispone de una planta para atender a usuarios de residencias diagnosticados de coronavirus. Hasta allí se desplazó el pasado 29 de diciembre a un total de 11 mayores con coronavirus desde la residencia de Xove.
Estos traslados, explica la Fundación en un comunicado, se realizaron con ambulancias del Hospital de Burela y "con el consentimiento de las familias y las consellerías de Sanidade y Política Social de la Xunta".
Entre los mayores desplazados se encontraban dos mujeres, vecinas de Xove, que tenían asignadas la misma habitación y, por "un error de identificación durante el proceso de traslado", el miércoles 13 de enero se notificó el fallecimiento de una de ellas con la identidad equivocada, es decir, con la de su compañera.
El entierro se celebró al día siguiente, pero los protocolos de la pandemia obligaron a que el ataúd permaneciese cerrado, por lo que la familia no pudo darse cuenta del error, según informan a Europa Press fuentes municipales.
Todo se descubrió cuando este pasado sábado por la mañana, día 24 de enero, la mujer a la que habían dado por muerta volvió a ser trasladada de Pereiro de Aguiar al geriátrico de Xove, tras haber recibido el alta de la Covid-19.
Notificación en los juzgados
A raíz de este suceso, la Fundación San Rosendo lamenta "profundamente el desafortunado incidente" e informa de que, tras conocer el error, "procedió inmediatamente a informar a las familias" y a enviar un escrito a los juzgados de Ourense y Viveiro para advertir de los hechos e iniciar los trámites para "repararlos".
Además, esta entidad asegura que "ha reforzado las medidas de control y seguimiento de los usuarios que se trasladen de una residencia a otra", mientras que "ha incorporado una identificación más visual" cuando las personas son desplazadas.
"A pesar de la gravedad de estos hechos, que no tienen precedente, la Fundación quiere transmitir a las familias un mensaje de tranquilidad y confianza. Este es un hecho puntual, de entre los más de 100 traslados que se han realizado desde el pasado mes de diciembre a Os Gozos", concluye el comunicado.