Delegados de MAPFRE en zonas rurales: imprescindibles para personas mayores

En las zonas rurales, donde más del 65% de la población supera los 65 años, el papel de los delegados MAPFRE se ha vuelto fundamental al brindar todo tipo de apoyo y asistencia a los habitantes del pueblo. La importancia de los delegados se ha vuelto tal, que las personas mayores tienen su teléfono personal, saben dónde viven o si es familiar de alguien del pueblo.

Uno de los aspectos más destacados es el trato personalizado que los delegados MAPFRE ofrecen a los habitantes. Este tipo de conexión entre las personas mayores y los delegados genera una vinculación que prácticamente se conviertan en un miembro más de sus familias.

Los delegados, que son conocidos como “el de los seguros”, son vistos como personas que solucionan problemas no solo de seguros, sino también en diferentes asuntos personales. Brindan asistencia con el funcionamiento de internet, el manejo del móvil, no solo con las aplicaciones o procesos de MAPFRE, incluso con el manejo del dispositivo o con el acceso a su cuenta bancaria a través de la aplicación.

Es importante destacar que muchos de los residentes rurales aún prefieren recibir las comunicaciones en papel, pues el uso de dispositivos móviles no les resulta sencillo, y algunos solo tienen la función de realizar y recibir llamadas. Este tipo de barreras tecnológicas muchas veces se pasan por alto, pero para las personas mayores son una realidad que viven de manera diaria.

Las personas mayores muchas veces reciben notificaciones a través de mensajes de texto y deben recurrir a los delegados, pues no las logran entender. Los delegados, quienes también ayudan con temas relacionados con Hacienda o con citas con el médico, son verdaderos agentes sociales que ayudan en el día a día.

Las pequeñas poblaciones también sufren la falta de una sucursal bancaria, por lo que los delegados acercan a los mayores al pueblo más cercano para que realicen sus trámites respectivos, y luego los llevan de vuelta a su casa. Además, hacen de traductores de documentos cuando algún banco o institución pública les envía una carta que ellos no comprenden o no pueden leer.

Incluso cuando no existía el servicio de BRICOMAP de MAPFRE, los delegados eran los que iban a las casas de los mayores para colgarles una lámpara, arreglarles un grifo o cambiarles un enchufe. La importancia de los delegados es tan grande que hasta han intercedido en discusiones o peleas con los vecinos, así como han intermediado con el alcalde para solucionar problemas con tierras como expropiaciones o cobros de impuestos.

En resumen, un delegado MAPFRE en una zona rural, es una figura clave que amortigua muchas de las carencias que tienen las personas mayores en dichas zonas. Los delegados no tienen horario fijo y están disponibles para lo que necesiten los vecinos en cualquier momento, resaltando siempre el cariño y el buen trato hacia las personas mayores.

Con esto se demuestra que los pueblos no serían lo mismo sin la presencia de un delegado MAPFRE, quienes son verdaderos agentes sociales y de seguros. MAPFRE sigue apostando por todas las zonas rurales y ayudando a todas las personas que lo necesitan, poniendo especial atención en los mayores.