Hace unos días concluyó la cumbre del clima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y entre las medidas que se han acordado se encuentra la creación de un fondo para costear los impactos del cambio climático.
Y es que los efectos negativos no son solo devastadores para el medio ambiente, sino también para los seres humanos. Así lo demuestra una revisión científica publicada en Neurology, donde aseguran que las personas con enfermedades neurológicas como dolor de cabeza, párkinson, demencia o esclerosis múltiple podrían ver como sus síntomas empeoran por el cambio climático.
Otra de sus consecuencias negativas es que los accidentes cerebrovasculares se pueden hacer más frecuentes: "Aunque la comunidad internacional busca reducir el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados antes de 2100, ya se han producido cambios ambientales irreversibles y, a medida que el planeta se calienta, estos cambios seguirán ocurriendo", apuntó Andrew Dhawan, de la Academia Americana de Neurología.
“A medida que somos testigos de los efectos del calentamiento del planeta en la salud humana, es imperativo que los neurólogos anticipen cómo pueden cambiar las enfermedades neurológicas”, añade.
Se revisaron estudios publicados entre 1990 y 2022
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores revisaron los estudios que se han publicado entre 1990 y 2022 sobre cambio climático, contaminantes, temperaturas extremas y enfermedades neurológicas. En total analizaron 334 estudios, 289 de ellos sobre el impacto de la contaminación, 38 sobre eventos climáticos extremos y fluctuaciones de temperatura, y 37 sobre enfermedades neuroinfecciosas emergentes en adultos. Los niños quedaron excluidos.
La revisión confirmó la relación entre la variabilidad de la temperatura y el empeoramiento de los síntomas neurológicos, y demostró que los episodios de temperaturas extremas se asociaron con un aumento de accidentes cerebrovasculares, las migrañas, la hospitalización en pacientes con demencia y el empeoramiento de la esclerosis múltiple.
Otra de las conclusiones de esta revisión, sugiere que algunas enfermedades neuroinfecciosas emergentes, como el virus del Nilo Occidental, la meningitis meningocócica y la encefalitis, suponen un riesgo, ya que el cambio climático favorece a que se expandan.
"El cambio climático plantea muchos desafíos para la humanidad, algunos de los cuales no están bien estudiados", indicó Dhawan.
"Se necesitan más estudios sobre las formas de reducir la transmisión de enfermedades neuroinfecciosas, cómo la contaminación del aire afecta el sistema nervioso y cómo mejorar la prestación de atención neurológica frente a las interrupciones relacionadas con el clima", concluye.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.