Sociedad

El demógrafo David Reher: "No me sorprendería nada un babyboom pospandemia"

Pablo Recio

Domingo 25 de abril de 2021

9 minutos

El sociólogo pronostica cómo será la sociedad después del Covid

El demógrafo David Reher: "No me sorprendería nada un babyboom pospandemia"
Pablo Recio

Domingo 25 de abril de 2021

9 minutos

La pandemia de coronavirus no sólo se ha llevado la vida de decenas de miles de personas –la mayoría de ellas de más de 65 años–, sino que también podría cambiar la estructura misma de la sociedad desde un punto de vista sociológico.

Así, tanto las restricciones como el distanciamiento social provocado por el propio miedo al virus, podrían, una vez pase esta crisis sanitaria, dejar huella en aspectos tan determinantes para la sociedad como la natalidad, la mortalidad y los desplazamientos de población interiores y entre países.  

Sobre estos temas, 65Ymás ha conversado con el demógrafo estadounidense, especializado en envejecimiento, David Reher, catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid.  

Pregunta - ¿Cómo ha cambiado la sociedad española por la pandemia desde el punto de vista demográfico? 

Respuesta - Que hay cambios demográficos es evidente. Y algunos, son muy importantes. En distintos países de Europa o Norteamérica se han hecho estimaciones de que, en el año 2020, la esperanza de vida al nacer, bajará un año, al menos.

También hay que decir que, en el caso de España, se ha visto que el número de nacimientos en diciembre de 2020, respecto a ese mismo mes en 2019, fue cerca de un 20% menor. Y la fecundidad, que era de 1,3, parece que este año va a quedarse en torno a un hijo.

Sin embargo, todo este fenómeno no debería sorprendernos. Históricamente, siempre ha habido descensos de la natalidad en momentos de crisis. En general, los profesionales piensan que, en un año o algo más, habrá un rebote en el número de nacimientos y una disminución de las muertes. Así que se trata, más bien, de tendencias a corto plazo, aunque dejarán huella. 

P.- ¿Podría seguir bajando la natalidad si después de la pandemia viene una crisis económica?

R.- De hecho, no habrá una crisis económica, sino que la estamos viviendo ya. Pero, en lo que se refiere a la epidemia, si desaparece, no me cabe la más mínima duda de que la natalidad volverá a aumentar. Creo que lo que está pasando es que la gente ha pospuesto sus planes vitales y los retomarán cuando dejemos de estar prisioneros de la pandemia.

¿Que la situación económica puede contribuir a que la natalidad sea muy baja? Puede que sí, pero me parece difícil aislar lo que tiene que ver con la economía y lo relacionado con la pandemia y las medidas de control. Y qué duda cabe que la gente, actualmente, se siente prisionera.

Por ejemplo, lo vemos con los jóvenes que salen de fiesta. Que no me parece bien que se haga, pero no me sorprende, porque la gente está desesperada. Así que, si cambias el modo de vida de la gente en todo –y no para bien–, pues evidentemente es lógico que haya secuelas psicológicas y hay que entenderlas. 

P.- Y en sentido contrario, ¿podría haber un babyboom pospandemia?

R.- Es muy difícil saber qué corresponde únicamente al mes de marzo de 2021 y qué podría durar mucho más tiempo a nivel demográfico. No lo podemos saber. Pero no me sorprendería nada que, si desaparece la pandemia, haya cierta reacción opuesta en la sociedad española, y en todas, y un aumento de la natalidad. 

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P.- ¿Piensa que las restricciones terminarán calando en la sociedad? Es decir, ¿puede ser que cambien las costumbres respecto a la movilidad? ¿Han llegado para quedarse las reuniones virtuales y el teletrabajo?

R.- No lo sé. Lo que sí sabemos es que es posible. Personalmente, yo viajaba mucho, iba a congresos en distintos países y, por ejemplo, no tengo ningún interés en que siga no siendo presencial. Hablar, intercambiar ideas, nada de eso se puede hacer muy bien online. Ahora bien, lo bueno que tiene es que se puede asistir a un seminario virtual en Berkeley, aunque no es lo mismo ni tiene el mismo interés ni utilidad.    

También el teletrabajo puede ser positivo. No como hasta ahora, donde no tenías más remedio que montarte la oficina en casa, sino como posibilidad, un día a la semana, o dos. Y si eso no es gravoso para la empresa en cuanto a la productividad, sería una buenísima noticia para las personas que quieran tener hijos: es cierto que se hacen más horas, pero permite estar con un niño de corta edad en casa. 

P.- ¿Piensa que se ha sobreprotegido a las personas mayores durante la pandemia? ¿Ha habido cierto edadismo?

R.- Es difícil sobreproteger a un grupo que es, con diferencia, quienes han sufrido más la epidemia. Eso sí, a mí me llama la atención lo que hicieron las familias, que metieron a sus seres queridos en las residencias –o entraron por ellos mismos–. Me surge esta pregunta: '¿Para ellos era una manera de desentenderse de los mayores?'. No sé, pero creo que en muchos casos, sí. Además, ¿por qué no les sacaron de las residencias cuando se veía lo que estaba pasando en marzo? 

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P.- Tras el impacto de la primera ola en las residencias volvió a debatirse sobre el modelo de cuidados y desde el Gobierno se propuso que España transitase hacia un sistema más centrado en las personas, como el de los países nórdicos. ¿Piensa que la pandemia va a cambiar la visión sobre la vejez de la sociedad española?

R.- ¿Vamos a parecernos a Suecia? Yo diría que no, nunca. Y además, los españoles tampoco tienen interés en ello. Es un país muy diferente.

Vemos que en España la familia desempeña un papel muy activo en el cuidado y hay una solidaridad muy grande, en declive, pero importante. Si haces una encuesta a personas mayores aquí, un porcentaje altísimo dirá que su grado de satisfacción tiene que ver con la salud y con el contacto con la familia durante la vejez.

Sin embargo, en Suecia no ocurre así. El individuo desarrolla su propia vida y la familia es importante, pero, sobre todo, en el momento en el que se crían los hijos. Por ello, las políticas suecas suelen ir encaminadas a ayudar a las personas mayores a seguir con una vida independiente el mayor tiempo posible. Construyen puentes entre asistencia e independencia. Y, por ejemplo, te llaman desde las oficinas municipales y tienen una forma de tomarte la tensión desde allí. 

Por contra, en países como Italia o España las personas mayores suelen querer legar sus bienes a hijos y nietos. Mientras que los nórdicos, no tanto. Ellos consideran que el capital que han acumulado en sus vidas se distribuye como les parezca. 

P.- ¿Pero no está tendiendo España también hacia un modelo más individualista?

R.- Es evidente que hay cambios en los países del sur de Europa, pero no se ve, a largo plazo, que Suecia y España vayan a ser iguales. La gente se educa en estos valores desde muy jóvenes y eso es algo que no cambia de la noche a la mañana. 

Eso sí, lo que ya no es cómo antes es la esperanza de vida y, también, que hay menos hijos por cada familia. Se ve en los datos: el 25% de las mujeres que tienen ahora unos 50 años no han tenido descendencia. 

Así que, cuando antes cuatro o cinco hermanos se hacían cargo de los padres, actualmente, hay dos padres, que viven hasta los 80 años de edad, y con un hijo o hija única. Por poner un ejemplo, pienso en una mujer de 55 años, que se hace cargo de su hijo, y también de sus dos padres. Y luego, tiene un trabajo mal remunerado y quizá está divorciada.  

P.- ¿Una vez fallezca la generación del babyboom la sociedad dejará de envejecer y se estabilizará la proporción? 

R.- El problema es que nos estamos metiendo en una dinámica en la que los grupos de edad más jóvenes son siempre menos numerosos que los más mayores.

En 2040, se estima que el grupo más numeroso en la sociedad sean las personas de 70 años, es decir, los nacidos a mediados de los 70. Y, por detrás de ellos, siempre habrá menos gente. 

Es algo muy preocupante para España, porque en los países del sur de Europa la fecundidad es un 30 o un 40% más baja que en el norte. Y yo, que vengo del mundo de la demografía, puedo adelantar que eso es dinamita para el mercado laboral, para el sistema de pensiones y para el estado de bienestar. Y no está claro cómo se podrá manejar. 

P.- Si bajan las pensiones, ¿el sistema de cuidados podría ser también de peor calidad?

R.- Las pensiones en España no son bajas, son muy altas con respecto al salario ganado. Lo son mucho más que en Estados Unidos o Alemania. Eso sí, los sueldos es verdad que no son similares, pero la pensión es relativamente generosa.

El tema es que, en las reformas de Zapatero y Escrivá, los que salen perdiendo son los futuros pensionistas, no los de ahora. Son las personas de 40 años las que ganarán menos. Sin embargo, nadie se atreve a decir a los de 70 años que se les va a pagar menos porque no hay dinero para todos. Y es un gran problema, que también afecta a la Sanidad, una partida cuyos fondos se sacan de los impuestos y que se destina, en su mayoría, a quienes necesitan cuidados, es decir, los mayores.

Por esta razón, si la demografía sigue siendo tan negativa, no vendrá nada bueno. Personalmente, estoy deseando que podamos resolver ya el problema de la Corona, de la Constitución, de los independistas o de la Covid, para que, de una vez, nos enfrentemos, de verdad, a este enorme reto que consiste en ver cómo mantener un Estado de Bienestar sin gente que contribuya.

Es un problema muy grande y lo vamos a vivir en tiempo real. En 10 o 15 años, habrá que despedirse del Sur de Europa. Pero nadie quiere verlo. Preferimos hablar de fútbol o de si este es fascista y este otro, rojo. 

Y no sólo son las pensiones, también son las enfermedades. Por ejemplo, con el alzhéimer es algo tremendo. Son personas que dependen de las familias 100% o de una institución. Y en estos momentos el número de pacientes es de unos 700.000/800.000, pero, en los próximos 10 años, el número de personas de más de 80 años –donde hay más enfermos– se va a duplicar. Por ello, el número de pacientes se multiplicará por dos y habrá que gestionarlo. 

Sobre el autor:

Pablo Recio

Pablo Recio

Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica. 

En 65Ymás, ha contado el drama vivido en las residencias durante la pandemia y ha sacado diferentes exclusivas de impacto como 81 menús de residencias de mayores, a examen: "Baja calidad nutricional y abuso de procesados"que fue citado en una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. 

Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial. 

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