El demoledor último mensaje del actor Antonio Ibáñez antes de morir

El actor, modelo y pintor Antonio Ibáñez, muy conocido por sus papeles en series de televisión como Aída o La que se avecina, fallecía el pasado martes 12 de julio con 34 años debido a un linfoma de no Hodgkin, un tipo de cáncer muy difícil de detectar que el artista descubrió que padecía hace más de un año.

Él mismo lo anunció en sus redes sociales, describiéndolo como "otra etapa en mi vida" que, admitía, comenzó con "miedo". Y añadía: Hoy ya no lo tengo, quizás habrá algún día que sí, no lo sé... Lo que sienta, lo dejaré estar y lo abrazaré. Pasan los días y todo está más en calma, en paz... controlado, ya sé de qué va esto y a lo que me enfrento. Linfoma”.

"Hace un mes, un líquido recorre mi cuerpo para curarme. También creció esa incertidumbre de la que te haces amigo; muy diferente a la que yo como actor y pintor decía que casi siempre me acompañaba", escribía hace casi un año. Se mostraba "con más fuerza que nunca para afrontar esto y todo lo que venga", y así lo ha ido demostrando. Sin embargo, su "batalla", como la ha llamado, finalizaba de la peor forma posible. 

La noticia conmocionó a miles de fans, compañeros de profesión, amigos y familiares. Ibáñez ha mostrado en numerosas ocasiones la sensibilidad que lo caracterizaba como persona y artista, y así lo reflejó en el último mensaje que dejó en sus redes sociales en forma de despedida. 

"He luchado con todas mis fuerzas, pero no he conseguido ganar esta batalla. Tenía muchas ganas de vivir y seguir creando arte", escribió. "Aun así, podréis ver, sentir y tocar mis energías más puras en todos mis cuadros. Allí os podréis perder en mi alma linda y generosa", finalizaba. 

Sus palabras han generado una gran cantidad de mensajes en las redes en respuesta: “Sin palabras”, "Rabia es lo que siento. Más no puedo decir. Te mando un beso enorme allá donde estés", “¡Te vamos a recordar siempre! ¡Nos quedó pendiente volver a vernos… vuela muy alto, artista!”, “Me quedo con tu acento, tus escenas, tus bailes, tu sonrisa, tu generosidad, tu humildad, tu arte, tu luz. Celebro haber compartido contigo esa parte del camino. Buen viaje”. "Rabia, mucha. Te imagino feliz y con esos ojos que brillan volando dentro del más bonito de los universos que has puntado".