Fácil y barato: un nuevo test español detecta la inmunidad al Covid con una reacción cutánea

La tercera dosis de la vacuna del coronavirus ya está aprobada para aquellas personas que se encuentren en grave situación de inmunodepresión, es decir, para reforzar la protección de los que tienen un sistema inmunitario más debilitado, en quienes existe un riesgo elevado de que se produzca una respuesta inmune inadecuada a la pauta convencional de vacunación.

Sin embargo, por el momento no se ha decidido si será necesario también administrar una tercera dosis a la población general. La cuestión es determinar quién la necesita, y para ello es necesario medir la respuesta inmunitaria. 

Hasta el momento se trataba de una técnica complicada. Ahora, un equipo de investigadores del Hospital Universitario de Canarias liderado por la inmunóloga Yvelise Barrios ha creado un nuevo test de bajo coste y fácil manejo que ofrece información sobre la respuesta inmune de una persona frente a la covid-19, según informa 20 Minutos. 

Primero de todo, hay que diferenciar entre los anticuerpos y la capacidad neutralizante de estos. Lo primero se analiza a través de test serológicos, pero lo que interesa en este caso es medir lo segundo. Por otra parte, se ha visto que la cantidad de anticuerpos generados tras la vacuna o la infección comienza a decaer pasados entre seis y siete meses. Cuando esto sucede, lo que importan son las células T, que son las que activan las células B de memoria, que a su vez son las que generan una respuesta inmunitaria más estable en el organismo. Es decir, son las que activan el sistema inmune produciendo anticuerpos tras la orden de las células T.

Los resultados de este nuevo test, obtenidos tras los ensayos con personal sanitario inmunocompetente del Hospital Universitario de Canarias que había pasado la infección y/o que había sido vacunado con las dos dosis de Pfizer dos semanas antes, han demostrado que cuenta con una fiabilidad de prácticamente el 100%. Aunque señalan que en personas inmunosuprimidas hay que dar más tiempo para que la respuesta inmune sea más vigorosa y la evaluación sea mejor, así como en personas con inmunodeficiencias. 

Este test también ha sido probado en personal vacunado con Moderna, Janssen, AstraZeneca y una persona que recibió Sputnik. Desarrollado junto al alergólogo Víctor Matheu, detecta linfocitos T específicos para la proteína Spike (S) del nuvo coronavirus.

¿Cómo funciona?

La prueba consiste en un "pinchacito" en el brazo por el que se inocula "una parte de la proteína S del coronavirus fabricada en laboratorio y sin ningún efecto dañino (no estamos metiendo virus vivos) en el organismo", aclaraba Barrios. Después, solo tendremos que fijarnos en nuestra piel, que mostrará en un plazo de entre uno y tres días una pequeña y localizada reacción en forma de inflamación, enrojecimiento o un poco de hinchazón en el lugar del pinchazo, señal que indicará que en el organismo las células T siguen estando "entrenadas" para actuar contra el coronavirus. 

En realidad, se trata de un procedimiento similar al que se utiliza con las alergias, solo que modificado para reconocer el SARS-CoV-2.

Al poder utilizarse de forma masiva, este test sería "muy útil" para poder decidir cuándo es necesario administrar una dosis de refuerzo en aquellos pacientes más vulnerables a la covid-19, como los mayores que viven en residencia, una petición que ya se ha realizado en varias comunidades pero que todavía está a la espera de mayor eviddencia científica.

"Es más relevante que existan células T que anticuerpos porque los anticuerpos son proteínas circulantes que al cabo del tiempo disminuyen y desaparecen. En cambio, las células T específicas se mantienen en activo mucho más tiempo porque ahí es donde reside la memoria inmunológica", explicaba Barrios.

No significa protección

Se espera que estos test lleguen en pocos meses al mercado, lo que facilitaría que una persona supiera si necesita una dosis de refuerzo de la vacuna o no. 

Sin embargo, Barrios matiza que este test no está correlacionado con protección. "Es muy importante porque hasta ahora, todos los estudios que se han hecho para medir la efectividad de las vacunas o para medir la inmunidad a largo plazo después de haber pasado la enfermedad se basan en anticuerpos y eso es erróneo y, además, supone infraestimar la respuesta inmune, que sabemos que se basa en las células T".

En concreto, este test sería especialmente "útil" para las personas mayores institucionalizadas y para aquellas con movilidad reducida y difícil traslado a un hospital para realizarles una extracción de sangre. Y no solo por logística sino también porque son el grupo de población que más dudas ofrece sobre la protección de las vacunas. También para los más pequeños, aunque podría hacérselo cualquier persona que quiera saber si cuenta con respuesta inmunitaria frente a la covid-19, siempre y cuando hayan pasado dos semanas después de haber recibido la vacunación completa (pues es el marco estudiado).

Señalan que la única carencia de este test, desarrollado con "mucho esfuerzo y poca o nula financiación", es que da un resultado positivo o negativo, no una escala de cantidades de inmunidad celular frente a la covid-19.