"Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo" podría no ser tan útil

Desayunar mucho, comer poco y cenar menos podría no ser tan beneficioso como lo pintan.

Al menos, según un estudio publicado en Cell Metabolism, ingerir alimentos a primera hora y no a última no influiría tanto como se pensaba en como se metaboliza la comida. 

Eso sí, reconoce el estudio, comer mayor cantidad en el desayuno suele saciar más y permitiría comer menos el resto del día. 

El estudio se realizó en una veintena personas con sobrepeso sanas que querían someterse a una dieta para perder masa corporal.

En concreto, no se vio diferencia de pérdida de peso en quienes ingerían más o menos alimentos en cada comida. Y es que, gracias al cambio de dieta, todos adelgazaron unos tres kilos por mes. 

Los participantes en el estudio, 16 hombres y 14 mujeres, hicieron una dieta de tipo isocalórico (30% de grasas, 35% de carbohidratos y 35% de proteínas). 

Este estudio rebate en parte otros trabajos de investigación que afirman que comer por la mañana más ayuda a adelgazar.

Es más, algunos expertos creen que esta creencia tiene que ver con razones históricas, debido al mayor consumo calórico en personas que trabajan intensamente por la mañana –campo, obra, etc.–. 

Cabe recordar, con todo, que esto no debe hacer que las personas descuiden el desayuno, puesto que realizarlo de forma saludable ayuda a mantener un estado hídrico correcto.