65ymás
Un equipo de científicos, pertenecientes al departamento de Óptica de la Universidad de Granada (UGR), ha analizado qué parámetros visuales pueden predecir la capacidad para conducir de forma segura en personas de edad avanzada.
Los resultados de su trabajo señalan que el nivel de difusión de la luz en los medios oculares, relacionado con la sensibilidad al deslumbramiento, podría ayudar a predecir el rendimiento en la conducción en personas mayores de 55 años.
Durante el envejecimiento se producen una serie de cambios fisiológicos, que en ocasiones progresan hasta convertirse en alteraciones patológicas como las cataratas seniles, y que afectan de forma importante a la visión (menor agudeza visual, pérdida de contraste y sensibilidad al deslumbramiento).
En España, el censo de conductores en el año 2018 se situó en 26.853.754 conductores, de los cuales, acorde con los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), aproximadamente el 14% eran mayores de 65 años, cifra que se prevé que aumente en los próximos años debido al envejecimiento de la población.
Este trabajo ha sido realizado por la investigadora Sonia Ortiz Peregrina y dirigido por las doctoras Rosario González Anera y Carolina Ortiz Herrera.
En este estudio han participado un total de 20 conductores mayores de 55 años, de los cuales 10 estaban diagnosticados de cataratas bilaterales. A todos ellos se les realizaron una serie de pruebas para analizar el estado de la función visual y se les evaluó su capacidad para conducir con un simulador de conducción.
A la luz de este trabajo, los investigadores de la UGR concluyeron que las cataratas pueden perjudicar notablemente algunos aspectos de la conducción simulada, por lo que podría ser útil emplear otras pruebas, adicionales a la estandarizada medida de la agudeza visual, que evalúen el nivel de dispersión de la luz en los medios oculares, el cual aumenta significativamente durante el envejecimiento y aún más en presencia de cataratas.
De esta forma, el índice objetivo de scattering podría ser un buen predictor del rendimiento en la conducción en personas mayores y ayudar a establecer el momento en que el deterioro visual afecta a la capacidad de conducir de forma segura.